Comer y vivir con encanto

El barrio antiguo se está llenando de pequeños hoteles que hacen una oferta diferente al viajero. Cada uno con su personalidad, y dispuesto a ofrecer una atención personalizada, ya que sus habitaciones no sueles ser demasiadas. En La Bienquerida, ubicado en una estratégica esquina de la calle del Pozo, al lado mismo de la iglesia de Palat del Rey, ofrecen 15 habitaciones, una animada cafetería y un restaurante con muchas posibilidades.

Para empezar, Manuel y Rubén han contratado un equipo joven y muy profesional que a buen seguro pondrá en valor la belleza de sus instalaciones recién estrenadas.

Al frente de la cocina, que es lo que nos interesa en este caso, han situado a Marcelo Fenusquietto, un profesional que lleva ya muchos años en León, y que ha demostrado sobradamente su interés por la nueva cocina.

En La Bienquerida tienen un interés especial por algunas delicias de la cocina japonesa, como el sushi, que suelen poner de tapa en la cafetería y que sirvió de entrante en nuestra visita a este nuevo establecimiento hostelero. Dice el cocinero, y tiene toda la razón, que este tipo de elaboraciones orientales funcionan maravillosamente en tiempo veraniego.

Pero lo que de verdad nos sorprendió en este restaurante fue su ensalada de cinco quesos. Una auténtica maravilla, en la que han sabido integrar la variedad de sabores con un apetitoso bocado verde y frutos secos. Incluso el potente queso de cabra está perfectamente integrado en el plato, sin que se convierta en indeseado protagonista.

La pluma rellena de boletus, de la que les ofrecemos la receta, también es un plato interesante y lleno de sabores que se complementan. El exquisito bocado de ibérico, combina perfectamente con las setas, hasta el punto de formar un perfecto matrimonio culinario. Y en el postre, un coulant de chocolate y toque de mango con su helado de coco. Sabores enormemente variados y el atractivo añadido de las texturas y las diferentes temperaturas, que llevan al comensal del calor a frío, de lo dulce a lo frutal. Delicioso.

En el apartado de entrantes de su carta, figura, por ejemplo, un carpaccio de potro con lascas de foie y aceite de pistacho, que en una versión parecida fue una de las tapas estrella del concurso de la tapa organizado por la Asociación de Hotelería. El pastel de trucha con mayonesa de su escabeche y tostas de pan de pueblo y el ya comentado sushi en sus variedades maki, niguiri y roll, con wasabi y jengibre.

Se ha puesto de moda colocar en las cartas primero las carnes que los pescados, cosa por lo menos curiosa. De los últimos destacamos, la merluza de pincho con su ajada y verduritas, el bacalao confitado a baja temperatura con arroz socarrat y te verde y el rodaballo a la plancha con vieiras y calabacín a la mantequilla.

En carnes, el solomillo de ternera albardado con bacon y mil hojas de patatas y el cochinillo confitado con su pastel de patata y compota de cebolla.

Y cerramos la relación con un estupendo postre: mousse de plátano con dulce de leche y galleta.

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Cocina Muy bien

Servicio Muy bien

Decoración Bien

Bodega Bien

Puntuación (de 1 a 10) 9,5