De viaje a
Tierras de Sahagún
Tierra de cereal y bosque verde. Camino a la tumba del apóstol y senda por las cien fuentes. Ladrillo hecho arte y tierra fértil. Es Sahagún y sus paisajes. Destino para un viaje de ida y vuelta, ruta de un día si se quiere, o toda una vida. Al lado de León
El bosque del monte Riocamba, el puente sobre el Cea, un franciscano haciendo el Camino por Tierra de Campos, la Ruta Jacobea nevada a su paso por las tierras de Sahagún, paisaje desde el cielo de la llamada ‘despensa de España’ y su producció
Si se madruga, se puede recibir el sol a solas, en silencio, en el milenario Camino de Santiago que surcaron los druidas en busca de hierbas para sus pócimas mágicas, en mitad de un bosque morada de lobos y robles centenarios, entre los surcos de la tierra visigoda que se extiende sin contemplaciones hasta donde alcanza la vista o a la sombra del ladrillo mudéjar.
Es Sahagún y su terrritorio. Un viaje de ida y vuelta a mil maravillas. Ni a una hora de León. Bien merece la villa y sus paisajes un paseo urbanita y agrario. De los soportales de la Plaza Mayor al polvo que pisan los peregrinos jacobeos, del barro y tapial de las casas a la tierra que llena de manjares las despensas, de la piedra de sus calles a los bosques protegidos.
Se puede elegir en Sahagún. Pero si el viajero pone la brújula 42º37’50’’ latitud norte 4º59’10’’ longitud oeste entrará de lleno en un tupido bosque mágico y desconocido, crecido sobre el monte de Riocamba, desde antiguo del marqués de Devia y conde de Lerma hasta que en 1485 se lo cedió al pueblo de Cea con la obligación de pagarle a primeros de cada mayo, a él o a sus herederos, 10.000 maravedíes .
Al margen de litigios seculares, divisiones geográficas, subsecciones topográficas y demás legalidades, esta inmensa arboleda que tiene mecenas y es el único monte leonés que ha entrado en el programa ‘Apadrina un Bosque’ se extiende como una mancha verde por una tierra llamada de campos desde tiempos godos. Dicen que en su espesura oculta cien fuentes que una ruta ayuda a descubrir, y que en Valdavida arranca el viaje por la senda con más manantiales de España, en plena plaza, donde el caño de las seis bocas, que si se bebe de todas seis deseos concede. Si se es generosos con la naturaleza, debería pedirse transitar por los seis caminos de Riocamba: el de los robles centenarios, el de cigüeñas, petirrojo, zorzales, gatos monteses, corzos y liebres, el de bolestus, corzos y venados, el Peñón y sus aves, las cien fuentes y el territorio de lobos, que hay y se ven, donde vive el camachuelo. Y si queda deseo, el otro, el Camino, nevado o polvoriento, un rato, a las puertas mismas de la villa, pisando la senda que recorrió hace 800 años el santo que ha inspirado al papa que está con los que sufren, Francisco de Asís. Bien merece todo un buen descanso después en Sahagún, en sus calles y bares, degustando puerros, saboreando manjares de un lugar recorrido por la Historia.
