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León en otoño: una despensa en el camino

Castaños en el Valle del Silencio y nogales en Turienzo de los Caballeros, dos de las cientos de rutas que hay por la provincia de León para disfrutar de la naturaleza e identificar los distintos frutos silvestres al alcance de la mano en esta época del año en cualquier camino.                    

Castaños en el Valle del Silencio y nogales en Turienzo de los Caballeros, dos de las cientos de rutas que hay por la provincia de León para disfrutar de la naturaleza e identificar los distintos frutos silvestres al alcance de la mano en esta época del año en cualquier camino.                    

León

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Una plaza repleta de nogales en Turienzo de los Caballeros o en Compludo, castaños en el Bierzo, fresas tardías en las zonas más humedad de la montaña, moras en zarzas por cualquier camino junto a lo ríos, en León, en Tabuyo, en Priaranza del Bierzo, robles con bellotas en la Maragatería, la Cabrera, Omaña o en el Monte de San Isidro, Endrinos en Priaranza...

El otoño es una oportunidad de oro para llenar las despensas de frutos que están al alcance de la mano en cualquier camino de la provincia. En cualquier dirección, por cualquier camino, si se presta atención plena al despliegue de oportunidades que ofrece la naturaleza en esta época del año, encontraremos frutos silvestres.

Aunque el otoño toma el relevo a los frutos tan típicos del verano como los arándonos, cuyos últimos ejemplares se han podido recoger a finales de septiembre, aún es posible encontrar alguna fresa en las zonas más húmedas de la montaña. Un bueno paseo por el campo y por los caminos de la provincia son una oportunidad para aprovechar lo que la naturaleza ofrece para fortalecer el sistema inmunológico y prepararlo para las duras condiciones climatológicas del invierno.

«Los frutos rojos son antioxidantes muy potentes, limpian los radicales libres y, en general, ayudan a mejorar la salud y la calidad de vida. Nos prepara el organismo para el invierno». El biólogo Manuel Martínez de la Iglesia, cultiva arándanos y franbuesas. Es un experto en los frutos silvestres de la provincia de León. «Ahora ya hay pocas fresas», dice, pero no descarta que se pueda encontrar alguna en las zonas más húmedas de la montaña «hasta noviembre».

En los caminos cerca de León ciudad, en Tabuyo o Priaranza «cerca de las zonas húmedas» se pueden encontrar aún zarzamoras.

Los castaños en el Bierzo empiezan a mostrar sus primeros frutos «aunque todavía tardarán un poco más en poder recogerse».

En Turienzo de los Caballeros, en el municipio de Santa Colomba de Somoza, una gran plaza arbolada con nogales. Las nueces suelen tener dueños pero el sólo hecho de disfrutar de estos preciosos árboles merece la pena localizar las plantaciones como en Compludo «una zona preciosa», destaca Manuel Martínez.

El tiempo de las moras «a las que los osos son muy aficionados», apostilla Martínez, pasó en septiembre, y dejan el protagonismos a otros frutos como las bellotas «no sólo para comer, también para sembrar. Ahora cojo las semillas y las planto». La provincia de León está llena de robledares y encinares. Destacar el recorrido que puede realizarse entre Luyedo y Benavente. «Amplias zonas de rebollo (roble) hay también en la Maragatería, la Cabrera, Torío, Omaña y, para no irse muy lejos de León, en el Monte de San Isidro».

Los escaramujos o popularmente conocidos como tapaculos, tienen mucha vitamina C «además de dejar un paisaje muy colorido y bonito». Agavanzas, a las que hay que quitar la simiente de dentro, los endrinos para el pacharán, muy frecuentes en Priaranza y Filiel, o el saúco, para hacer jarabe para la tos, abundantes en Tabuyo, o los avellanos y las avellanas de la zona norte de la provincia, como Villamanín o las hoces de Vegacervera «repueblan bosquecillos y además también da setas».

Empieza el otoño y el espectáculo de la naturaleza, generosa en frutos para prepararnos para el invierno.

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