Diario de León

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Desde Boñar a Matallana, la montaña leonesa ofrece al peregrino la singular ruta del Camino Olvidado.

Desde las excelencias del corazón de Boñar hasta el toque ferroviario de Matallana, pasando por el colorido de La Vecilla o el misterio de Valdepiélago. Todo tiene cabida y recuerdo en el Camino Olvidado de esta parte de la provincia y de esta etapa del año que va en curso.

Boñar, esa villa con aire de ciudad

Los puentes definen buena parte de la fisonomía de la provincia y en el caso de Boñar, no es menos destacada. RAMIRO

Los puentes definen buena parte de la fisonomía de la provincia y en el caso de Boñar, no es menos destacada. RAMIRO

Hay historia en la Ermita de San Roque. Construída en el siglo XVIII es el punto inicial del Camino Olvidado en Boñar. Tiene un retablo barroco de 1720 con tres tallas y que según Pepe Villa, hace de la localidad un punto inigualable.

Es Boñar. Y es la historia de un enclave básico de la Montaña Oriental. Justo donde el puente medieval es pionero en agresividad, merced a los picos que se instalaron para defenderlo de la agresiones externas.

Es del siglo XVII y puede que incluso viendo la piedra fundacional sea incluso desde la época de los romanos. Es una muestra más de todo lo que ofrece la población.

La villa de Boñar, rodeada de montañas, se encuentra al norte de la provincia de León y a 45 kilómetros de la capital de la provincia.

Una parte importante del término municipal está integrado dentro del Parque Regional de los Picos de Europa, donde se pueden encontrar diversas especies vegetales y animales como el pino, el acebo, el roble, el chopo, el lobo, el águila, el ciervo, el jabalí, e incluso el oso.

Es una parte del Camino Olvidado. Y de la vida en sí, porque no hay enseñanza más acertada que la que da la propia sabiduría popular. Y sucede que ya entrados en el parque regional de Picos de Europa, el municipio de Boñar ofrece todo un abanico de posibilidades turísticas, caracterizadas en especial, el encanto de sus 19 núcleos de población, siendo el municipio de la provincia, denominada capital del senderismo, ya que cuenta con el mayor número de rutas homologadas con unas características y encanto inigualable.

Boñar se descubre al caminar. Hay que disfrutar la villa paso a paso, sin prisa, a través de sus rutas,que conectan y comunican el territorio, mostrando sus entrañas y secretos mas ocultos. Por eso se puede acceder a lugares paisajes y rincones inesperados y de singular belleza. Entrar en contacto con su gente, conociendo su historia, cultura, costumbres y tradiciones es una misión más que especial.

La Vecilla, donde canta el gallo

La actividad relacionada con la elaboración de los reclamos para la pesca con plumas de gallo es un atractivo en la zona. RAMIRO

La actividad relacionada con la elaboración de los reclamos para la pesca con plumas de gallo es un atractivo en la zona. RAMIRO

Tiene La Vecilla el encanto de esas poblaciones que a base de años y de historia que en la entrada de la localidad ya deja huella y señal de lo que es el Camino Olvidado. Ayuntamiento, Museo e Iglesia son una realidad. Lo será el albergue también en poco tiempo.

El Museo del Gallo podrácontemplar una de las grandes riquezas de la zona, como son los gallos y los tipos de pluma son de una variedad exquisita para la pesca de la trucha.

El arte de engañar al pez poco tiene que ver con lo que se propone al caminante. La Casa Consistorial y la Iglesia de la Asunción anteceden al mítico Gallo de la La Vecilla.

Cerrado el núcleo urbano, se vuelve al frente la montaña, que si el día es soleado ofrece paisajes ineditos y que con niebla o meteorología adversa, ofrece otros contenidos que tienen mucho que ver con el encanto que se propone al peregrino.

Inaugurado en 2014 en la antigua Casa Consistorial de La Vecilla, frente al Ayuntamiento en el Torreón, el Museo del Gallo pretende mostrar las peculiaridades de estos excepcionales gallos, a iniciativa de los 21 criadores del Gallo de Pluma leonés. Sus fondos -que incluyen objetos del mundo de la pesca- proceden de aportaciones de criadores, artesanos de moscas y pescadores de León y de otras provincias.

La planta baja se dedica a sala de montaje de moscas, cursos, conferencias, audiovisuales y una pequeña tienda, mientras en la primera se encuentra el Museo propiamente dicho. Así pueden verse fotos, esculturas y curiosas figuras de gallos, colecciones de mazos de pluma, diferentes tipos de moscas realizadas con plumas de Gallo de León, colecciones de hilos de seda y nylon necesarios para la elaboración de dichas moscas, los utensilios utilizados en su montaje, diferentes aperos antiguos de pesca, libros y cuadernos de pesca y de montaje de moscas, truchas y otros objetos relacionados con la pesca.

El pasado señorial de La Vecilla se fundamenta en su casco antiguo con casas blasonadas y el Torreón Medieval del siglo XII.

Valdepiélago, lo que entra por los ojos

No falta el esplendor de la montaña en la orografía de la zona de Valdepiélago. Es una de las señas de identidad. RAMIRO

No falta el esplendor de la montaña en la orografía de la zona de Valdepiélago. Es una de las señas de identidad. RAMIRO

Es Valdepiélago zona de acceso por el puente romano que lleva restaurado siete años en la actualidad. Es la entrada del Camino Olvidado, que pasa por el Ayuntamiento y se desvía hacia La Mata y Valdorria. Todo presidido por una componente paisajística que tiene un camino difícil pero agradecido, para conocer la otra vertiente.

El camino es una continuación hacia Correcillas y Villalfeide, Vegacervera y final de la ruta. El paisaje marca la belleza de una zona preciosa con la montaña al fondo y la ermita de San Froilán. Los peldaños y el camino de acceso son lo mejor de la zona.

Es una invitación al peregrino. Hay sitios difíciles pero se puede localizar la zona con GPS para que no haya ningún problema de seguridad.

De la inabarcable posibilidad de rutas para el paseo a pie, a caballo o en bicicleta, cabe apuntar una pequeña selección de ofertas. Son como una rosa de los vientos, un vendaval de pasos para perderse hacia los cuatro rumbos, donde una cambiante naturaleza ofrece las más variadas sensaciones al peregrino.

Las religiones siempre proponen paraísos en el cielo. El Curueño los diseñó en el suelo y el agua. Escorzos fugitivos, corrientes que parecen sensibles, un dibujo de alisos para encajar el cauce del río vertebrador, alfombras vegetales y cumbres vertiginosas.

Caligrafiar el relieve del Curueño medio es acompañar la noche de las eras geológicas hacia el alba de la belleza. En este ámbito dulcemente bravío se ubica el municipio de Valdepiélago, antigua cabeza y capital de la ´Real Encartación de Curueño.

Pertenece a la Montaña Central del norte de León, en la soldadura de caliza y verde. Su vocación geográfica lo une al cordón umbilical del río Curueño, que desde el puente de ´Los Verdugos´ (o ´del Ahorcado´) cambia las aguas de jurisdicción. El vigía del ´Cueto Ancino´ despide allí la caliza y se adorna de una bordura vegetal, que adentra al río en la ribera. Todo es cuestión de saber disfrutarlo lo mejor posible en su medida.

Matallana de Torío, corazón de ferroviarios

La playa de vías de Matallana de Torío es una de las zonas más características de la comarca, de gran belleza en sus acuíferos. RAMIRO

La playa de vías de Matallana de Torío es una de las zonas más características de la comarca, de gran belleza en sus acuíferos. RAMIRO

El ferrocarril marca buena parte del quehacer del Camino Olvidado. La vía transcurre paralela a la linea ferroviaria porque el apartado minero de la comarca es inherente casi desde su creación a la propia dinámica del entorno.

Fue inaugurada la vía en 1894 para transportar carbón de León a la siderurgia vasca, potente en su día. Dice Nicanro Sen, diputado de Turismo,, que solo es un tren pero son muchas vidas. Cruce hacia las Hoces de Vegacervera y hacia los aledaños de la Cueva de Valporquero.

Los ríos y su pesca son parte del entramado que hace del Camino Olvidado un cruce de ofertas, a medio camino entre lo turístico y lo gastronómico. Santa Colomba de Curueño es capital del cauce truchero y gracias a las plumas de gallo de La Vecilla la labor de la pesca es más factible.

Sen aprecia tal variedad que se convierte en un camino único. Del románico se pasa a los puentes roblonados, que pertenecen a la escuela de Eiffel, que también tiene alguna muestra de su trabajo también en Cistierna, entre otras zonas.

Los recursos con los que cuenta esta comarca, gracias a su privilegiada situación y a unos pueblos repletos de historia, hacen de ella un lugar de interés y añoranza para todos los gustos. Tanto los amantes de los deportes de montaña, senderismo, pesca, caza, bolos...., como los amantes del arte o de la historia, sin olvidar sus fiestas, romerías y su cultura gastronómica, encontrarán en esta comarca un lugar que invita al ocio; un lugar en el que escuchando el sonido de sus ríos, e incluso el silencio de sus monumentos cargados de una historia que no cuentan los libros, disfrutarán de la majestuosidad de sus montañas o del abrazo de estos parajes de incomparable belleza, haciéndonos vivir una experiencia única e inolvidable. El mirador de Polvoreda es el mejor observatorio natural desde el que se observa prácticamente la totalidad de la provincia de León. Se inicia desde Villalfeide tomando el antiguo camino de las minas de carbón hasta llegar a la cabecera del arroyo .

 

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