De viaje a
algadefe
Desde los primeros pobladores, aquellos pastores nómadas, hasta hoy han pasado más de 3.200 años, una historia que guarda cultura y tradición y que proyecta futuro en sus costumbres, algunas tan arraigadas y dulces como las típicas tartas de san Antón. Una escapada al Sur
Este municipio guarda secretos e historias en sus calles y rincones. A la vista llama la atención una fuente con una escultura que evoca a la diosa de la fertilidad, una obra del artista Javier Pinto y con la que, a raíz de la remodelación del entorno de
Una e scapada al Sur de la provincia, donde Algadefe se alza en la comarca de la Vega del Esla, con un paisaje llano y amable salpicado de cerros. Primero se llamó Alcatef y con el paso de los siglos fue adquiriendo su denominación actual. Las investigaciones sitúan a los primeros pobladores hace 3.200 años, unos pastores nómadas que se asentaron en los tesos del municipio. Desde entonces a hoy, Algadefe custodia una historia ininterrumpida que le hace valedora de un importante legado cultural.
Y es q ue los restos arqueológicos ya confirman poblamientos en la Edad de Bronce, sobre todo, en el más carac terístico de sus tesos, El Teso de la Mora, donde hubo un asentamiento celta. Su posición estratégica siempre ha sido un baluarte, tanto que el siglo X el Monasterio de Santa María de Algadefe llegó a ser uno de los más importantes, ricos e influyentes.
Tierra de ganaderos, donde existió una fortaleza y torre del homenaje perteneciente a Doña Urraca y de la que aún hoy se conserva un tapial. Tierra de molino harinero e incluso en su término se instaló una fábrica de luz que alumbró a la comarca desde finales del siglo XIX.
Tierra de historia antigua y actual. Un pueblo que pelea por su futuro y que conserva en sus tradiciones parte de sus raíces. Conocida es la festividad de san Antón. Dulce subasta. Y es que cada año, al llegar el 17 de enero, el patrón motiva una apetitosa celebración. Al grito de «¿Alguien da más? A la una, a las dos, a las tres, adjudicada», las tartas hacen honor al santo. Ni las temperaturas del mes de enero enfrían esta celebración que reúne a numeroso público a las puertas de la iglesia, en una de las costumbres más señeras de la localidad, que en plena invernía impulsa el ánimo festivo el amparo del santo que cuida de la salud. Una prueba más de todo ese legado cultural que guarda el pueblo y que ha ido configurando una forma de vida con gran simbolismo. Se trata de un evento religioso pero cargado de emotividad lo que le convierte en uno de los actos sociales más importantes de cuantos se celebran a lo largo del año. Algadefe también celebra la fiesta del verano, el primer fin de semana de agosto, san Isidro, el 15 de mayo, y la romería de la santa Cruz, el 3 de mayo.
Este municipio guarda secretos e historias en sus calles y rincones. A la vista llama la atención una fuente con una escultura que evoca a la diosa de la fertilidad, una obra del artista Javier Pinto y con la que, a raíz de la remodelación del entorno de la plaza, se quiso hacer un homenaje a la natalidad. Historia y cultura. Un pueblo que guarda vestigios del pasado y proyecta su futuro ligado al sector primario, donde la agricultura y la ganadería son el principal motor económico. Vecina de Toral de los Guzmanes, la localidad está comunicada por carretera y tiene salida por la autovía A-6 6. Un punto de encuentro, una escapada dulce y rural.