El alimento que gusta a (casi) todos y reduce la inflamación, baja la presión arterial y el azúcar en sangre tiene una cita en Astorga

El chocolate, ese placer universal que conquista paladares en todo el mundo, no solo es una delicia para los sentidos, sino también un aliado para la salud por todas las propiedades que destila un manjar que se hace grande en Astorga, donde se celebra a lo largo de todo el fin de semana el Salón Internacional del Chocolate (Sica).

Pero, ¿qué hace al chocolate tan especial? Es un regalo para el cuerpo y la mente. El chocolate, especialmente el negro o amargo con un alto contenido de cacao (70% o más), es mucho más que un capricho dulce. Estudios científicos han demostrado que sus componentes, como los flavonoides, polifenoles y la teobromina, le otorgan propiedades que lo convierten en un superalimento cuando se consume con moderación

Reduce la inflamación

Los antioxidantes presentes en el cacao combaten el estrés oxidativo y disminuyen la inflamación, un factor clave en enfermedades crónicas como las cardiovasculares o la diabetes tipo 2.

Baja la presión arterial

Los flavonoides estimulan la producción de óxido nítrico, que relaja las arterias y mejora el flujo sanguíneo, ayudando a reducir la hipertensión.

Regula el azúcar en sangre

Contrario a la creencia popular, el chocolate negro puede mejorar la sensibilidad a la insulina, contribuyendo a un mejor control glucémico.

Protege el corazón

Reduce el colesterol LDL ("malo") y aumenta el HDL ("bueno"), disminuyendo el riesgo de enfermedades cardíacas.

Mejora el ánimo

Contiene feniletilamina y estimula la liberación de serotonina, conocida como la "hormona de la felicidad", ofreciendo una sensación de bienestar.

Potencia la función cerebral

Mejora el flujo sanguíneo al cerebro, lo que podría beneficiar la memoria y prevenir el deterioro cognitivo.

Aporta energía

Rico en carbohidratos y grasas saludables, es ideal para deportistas o quienes necesitan un impulso energético.

Favorece la digestión

Su contenido en fibra ayuda a regular el tránsito intestinal.

Eso sí, los expertos recomiendan consumirlo en pequeñas cantidades –unos 20-30 gramos al día– y optar por variedades con bajo contenido de azúcar para maximizar sus beneficios.

La historia del chocolate comienza hace más de 3.000 años en Mesoamérica, donde las civilizaciones olmeca, maya y azteca cultivaban el cacao (Theobroma cacao), al que llamaban "alimento de los dioses". Lo consumían como una bebida amarga, a menudo especiada, que se valoraba por sus propiedades medicinales y energéticas. Los granos de cacao incluso servían como moneda entre los pueblos prehispánicos.

Tras el descubrimiento de América, el chocolate llegó a Europa en el siglo XVI de la mano de los españoles. Inicialmente reservado a la nobleza, su popularidad creció al combinarse con azúcar y especias, transformándolo en el dulce que conocemos hoy. Desde España, se extendió al resto del continente, marcando el inicio de una pasión global.

Astorga, capital del chocolate

Astorga, en la provincia de León, se ha ganado el título de "capital del chocolate" gracias a su rica historia chocolatera, que se remonta al siglo XVII. La ciudad se convirtió en un punto clave en la ruta del cacao debido a su posición estratégica en el Camino de Santiago y su cercanía a los puertos del norte, por donde entraba el cacao desde América. 

En el siglo XIX, la industria del chocolate floreció en Astorga, con numerosas fábricas que elaboraban tabletas, bombones y chocolate a la taza, un producto icónico de la comarca leonesa.

Hoy, el Museo del Chocolate de Astorga rinde homenaje a esta tradición, exhibiendo herramientas, recetas y la evolución de un oficio que marcó la identidad de la ciudad. La calidad de su chocolate artesanal, elaborado con técnicas transmitidas de generación en generación, sigue atrayendo a amantes de este manjar de todo el mundo.

Una cita ineludible

Este fin de semana, Astorga acoge un festival dedicado al chocolate que incluye catas, talleres y demostraciones de maestros chocolateros. Será una oportunidad única para descubrir sus beneficios, explorar su historia y, por supuesto, disfrutar de su sabor inconfundible.