EDITORIAL | Si queremos a los mejores en las TIC hay que pagarlos

La precarización del empleo que ha dejado como herencia envenenada la pasada crisis económica alcanza también a los trabajos de alta cualificación. Es cierto que en muchas empresas fueron imprescindibles los ajustes, tanto con bajas como con rebajas salariales, pero lamentablemente lo que en muchas ocasiones fueron medidas al límite se han convertido en pautas de actuación que no son razonables en tiempos de bonanza. El informe del Servicio Público de Empleo Estatal destaca el potencial que tienen las tecnológicas (TIC) en la provincia de León pero a la vez avisa de que los bajos salarios ponen en cuestión el proceso, porque dañan directamente su competitividad.  

Durante mucho tiempo se ha defendido la necesidad de evitar que se vayan los mejores. De conseguir retener el talento para que no se haga bueno lo unamuniano del ‘¡que inventen ellos!’. Acabar con la gallina de los huevos de oro nos acabará matando como sociedad y si León quiere tener un relevo poblacional y evitar sumarse a la España Vacía debe apostar por empleo de calidad y debidamente remunerado.  

Las instituciones públicas tienen también algo que decir. A la hora de apoyar las iniciativas empresariales parece aconsejable y razonable que se penalice, dentro de lo posible legalmente, a quienes no facilitan una estructura laboral acorde con lo que es de justicia. Esos bajos salarios en sectores fundamentales son una apuesta envenenada para el futuro.