Editorial | Facilitar el acceso de la mujer al campo sí combate de verdad la España Vaciada

La pandemia eclipsa, de algún modo, los problemas que ya arrastraba la sociedad, pero en buena parte de los casos lo que hará en realidad a medio y largo plazo es aumentarlos. Algo de esto ocurre con la llamada España Vaciada, ese viejo conflicto del éxodo rural que comenzó hace muchas décadas en las pequeñas aldeas pero que se ha ido extendiendo como una mancha que alcanza ya a municipios que podrían calificarse como grandes. La constante tendencia hacia la ‘urbanización’ de la sociedad sólo se combate facilitando la permanencia de las personas que residen en el mundo rural. Y eso se logra con medidas eficaces.

Llevamos ya bastantes meses de constantes pronunciamientos alertando sobre la despoblación de grandes áreas del territorio de España, lo que afecta directamente a la provincia de León. Pero son escasas las medidas reales puestas en marcha e incluso algunas sólo tienen un carácter subsidiario. Es cierto que debe permanecer entre las prioridades el conseguir la igualdad de los ciudadanos en campos como los servicios, el bienestar y las infraestructuras. Los vecinos de los pueblos no pueden sentirse de segunda. Eso hay que combatirlo. Pero la verdadera arteria para que la vida fluya por el mundo rural pasa por facilitar medios de vida, puestos de trabajo. Y en esta cuestión debe tener una presencia fundamental la mujer. En las nuevas incorporaciones al campo debe impulsarse la presencia femenina. El plan de la Junta con 30 medidas aspira a llegar a 10.000 mujeres de la Comunidad. Todo un reto que si se conquista animará mucho la vida en las localidades, gracias a los 50 millones de euros que se moverán.