En Ponferrada contagia el alcalde
El Ayuntamiento de Ponferrada difundió este lunes el balance de actividad de la Policía Municipal durante la Semana Santa. Y no ha pasado desapercibido el detalle de que destacase como una de las claves de su despliegue el control de acceso y aforos en la Basílica de la Encina. Y es que ese operativo policial se limitó sólo a los actos en los que estaba presente el regidor Olegario Ramón. Vallas, cintas, dispensador de gel hidroalcohólico, hasta un policía de acomodador dentro del templo con su pistola al cinto... no faltó de nada. Aunque esto sólo pudo verse en los actos que por protocolo contaban con la presencia de la corporación municipal. Se ve que eran los peligrosos.. Por contra, en la conmemoración del Encuentro —el acto más tradicional de la Semana Santa de Ponferrada que tuvo que trasladarse el Viernes Santo de la plaza al templo— o en el siempre multitudinario canto de la Salve a la Soledad —otros años ante el Castillo de los Templarios— nadie se acordó de ese despliegue que acabó por indignar a los vecinos del barrio. Y es que están hartos de denunciar sin ningún éxito los frecuentes botellones en la plaza ubicada detrás del templo, un conflicto que ya se viene arrastrado incluso desde mucho antes de la pandemia..