Editorial | Una oportunidad para el Emperador con la máxima implicación

El Teatro Emperador es una de las asignaturas pendientes que tiene León. En el entorno, e incluso dentro de la provincia, es posible realizar un amplio recuento de recintos teatrales que han sido puestos en valor en las últimas décadas. Y con su vuelta a la vida también retorna el camino hacia una actividad intensa. Es cierto que hubo unos años en los que no siempre se conseguía una afluencia importante de personas a las actividades culturales. Pero el cambio de tendencia es evidente y hoy cualquier programación con un cierto nivel consigue un éxito evidente. Para León recuperar el Emperador supondría el conseguir un recinto de primer nivel. Su actividad puede ser perfectamente compatible con el Auditorio, sobre el que nadie puede cuestionar su intensa y exitosa actividad. En la capital de la provincia la agenda cada día es muy amplia y sólo los productos de bajo nivel no consiguen una buena respuesta del público.

Ahora el Ayuntamiento de León intenta que el Ministerio de Cultura —propietario del recinto desde que lo compró en 2004— ayude en la búsqueda de una solución factible para su restauración y reapertura. Probablemente la mejor fórmula sería conseguir una máxima implicación de todas las instituciones. Aparcando la política y apostando por la cultura quizá podría volver a alzarse el telón del Emperador.