Cerrar

Creado:

Actualizado:

Ya está el ricachón en el espacio. Y Jared Isaacman se ha llevado en su cohete a tres amigos. Según leo, «será como dar cada día 15 vueltas al mundo». A mí, con dos o tres y estar en casa para cenar ya me habrían bastado. Lo llaman turismo espacial. «Esto acaba de empezar., ha vaticinado el multimillonario estadounidense. Demasiado críptico. ¿A qué se refiere con «esto»? Temámonos lo peor. Al gran capital nos le hemos quedado pequeños. Tienen que venderle a ET polvorones en el desierto. En fin, ya están allá arriba. Aquí abajo, hay quienes se cuestionan la ética de estos viajes espaciales privados, por más que vayan envueltos en millonarias donaciones y recaudaciones benéficas. Porque, insisto, ¿qué es esto que no ha hecho más que empezar? No creo que se busquen mejores playas a las que mandarnos de jubilados, una vez hayamos destruido todas las nuestras. Mejor deberíamos terminar antes lo ya iniciado: ser terrícolas civilizados. Nos cuesta, avanzamos dos pasos y retrocedemos seis. Así, no hay manera. En fin, solo cabe mirar con recelo los viajes espaciales privados, pergeñados desde la chequera y desde el ego. «Terrícolas go home», nos gritarán pronto. En todo lo relativo al espacio, lo mejor es pasar desapercibido. Mejor que Darth Vader no sepa ni que existimos. No me apetece servir de batido bio a una civilización alienígena que nos devuelva la visita. No quiero figurar en un menú de cocina venusiana, ni terminar de obra de mano barata en una galaxia muy, muy lejana. Quiero mirar al cielo y no ver neones de bingos. Recelo de los nuevos Marco Polo. Exijo que el cielo siga siendo azul y las nubes blancas. Me inquieta «esto» que acaba de empezar.

Piqué declaró tras la derrota ante el Bayer: «Esto es lo que hay». Tampoco es eso. Nunca me alegro de desgracias ajenas, salvo de que pierda el Barça. Si no me alegrasen sus reveses sería un extraterrestre. Y no está la vida como para desdeñar satisfacciones mundanas.

Uno querría menos de esto que viene y más de eso otro que venimos despilfarrando desde que el mundo es mundo, y que algunos llaman amor. Pese a ello, aún creo que si ves una estrella fugaz y pides un deseo se te cumplirá… en este siglo o en el que viene. Ah, el espacio.

Cargando contenidos...