Editorial | Debilidad frente al matonismo

Rusia actúa sin control y sin mayores reparos al calor de la falta de unidad en el Planeta. Putin ha apostado por la mayor barbaridad que existe en la sociedad: ha desatado la guerra. La historia de la humanidad se ha escrito con mucha sangre y sufrimiento, que incluso aún arrastra efectos décadas después, como se puede observar estos días en la apertura de fosas comunes en el cementerio de Villadangos del Páramo.

Lo peor es la sensación que existe de que no se puede hacer nada. Es el matonismo tan vinculado también a la historia del ser humano, a la ley del más fuerte, al que o no se quiere o no se puede poner en su sitio. También se repite la apuesta por la cobardía. De los que se ponen de perfil e incluso apoyan abiertamente a los que atentan contra las personas y sus bienes. Lo de Rusia, lamentablemente, amenaza con ser solo el primer episodio de una secuencia en la que caben todos los finales imaginables.