No hay mal que...

No saben vender bien la realidad y se empeñan en mostrar un horizonte tremendo que les disculpe su torpeza o imprevisión. Todo mandatario advierte hoy a su pueblo de un futuro inmediato que cruje poniéndoles nerviosos y de los cuetes. El rosario de razones es para todos el mismo: una pandemia que no cesa, una guerra de Putin que se alarga sin fin, una carísima energía que bombardea las carteras, la encarecida alimentación, la inflación que galopa y la recesión que nos roerá ahorros, esperanzas y paciencias durante ocho años interminables.

No sé por qué teniendo gabinetes que castran la verdad o visten la mentira no encuentran otra forma mejor de vendernos esta crisis que metiendo miedo cuando podrían decir que si los alimentos suben un 20%, se logrará al fin una dieta realmente eficaz y gratis obligando a rebajar la obesidad mórbida que invade nuestra sociedad, lográndose además ahorrar buena parte del desperdicio de alimentos que apenas nos avergüenza, pero nos arruina. Tampoco digan que suben los combustibles para atracar aún más al consumidor y recaudar más impuestos, sino para disuadir del uso innecesario del coche y combatir la dependencia energética y las emisiones elevando la calidad del aire que respiramos. Y digan lo mismo de la electricidad si su elevado coste obliga a apagar la tele yéndose antes a la cama, porque ahí siempre hay algo que hacer y el déficit demográfico lo agradecerá tanto como fray García Gallardo, viceabad trabucaire de esta cosa autonómica en la que no cree, pero de la que cobra un pico cagándose en su propio y cacareado credo que le exige aniquilar las autonomías. Pero  No hay mal que por bien no venga . Vendan la desgracia económica no como inflación/recesión, sino como Plan de Adelgazamiento. Esta vida algo boba lo tragará mejor, aunque en este mundo sólo hay dos verdades: «el agua corre siempre p’abajo y las hostias pa los mismos», así que no se garantiza que los pobres y débiles que ni siquiera tienen que adelgazar ni tienen para gasofa, nos maldigan a todos, se disparaten... o disparen.