Raúl y Juanjo se quedan
Por diferentes razones y contextos en pocos días he tenido la ocasión de contactar con dos jóvenes leoneses que han conseguido buenos trabajos en ese polo, que no sé bien si se tiene que llamar de farmaindustria, quimicobiológico o similares. Hay chavales que se quedan, también en las empresas tecnológicas que se abren paso en el hueco ubicado entre Armunia y Oteruelo. Que, por cierto, tiene pendiente una ampliación que si no se agiliza al máximo puede acabar desviando proyectos hacia otros territorios.
Raúl y Juanjo, fijo que ni se conocen entre ellos, ni siquiera comparten empresa. Sí formación superior en la Universidad de León, aunque ni son de la misma promoción ni tienen la misma titulación. Pero sirven como prueba contra los que han convertido el pesimismo existencial en su razón de ser. Y lo que es peor, en el motor para conseguir desviar el voto.
De hoy en una semana será 16. Día 16 de febrero. El tercer aniversario de aquellas manifestaciones en las que León exigió un futuro. Lamentablemente los casos de estos dos chicos son la excepción dentro del tsunami de huidas que existe. Pero no sirve con maquillar las cosas, o usarlas cuando interesan. Lo de febrero de 2020 y la tan manida como inútil Mesa por León se merece un hueco en la ‘memoria histórica’ de esta provincia. Si se piden opiniones, seguro que cada uno tiene claros los culpables. Se lo resumo en dos palabras: ‘los otros’.
Allá, en el inminente mayo, sería bueno acordarse de esto. Y de quienes se dedican a hurgar en las heridas sin aportar nada. Atrincherados en la cobardía, tapados por el ruido que confunde y enfangados en las mentiras.
Estos días hemos visto los réditos del jefe provincial del PSOE, Javier Alfonso Cendón, tras afanarse para acrecentar la UME y atraer al gigante chino Huawei. Trabajando llegan los logros. Que se lo digan a los vecinos de Trobajo del Camino, que han hecho pasar al Gobierno por el arco del triunfo del puente de Párroco Pablo Diez. Contrasta con los afanes de otros. Intentan hacer ‘catar’ a la ciudadanía piedras de molino.
La dualidad entre la negación y el mensaje apocalíptico interesado frente a esos tímidos ‘brotes verdes’ es compleja de desbrozar. Y nos quedan cien días para que se enrede todo aún más...