Editorial | Poblado precario en Astorga

El conflicto de la barriada de los Pabellones del Oeste de Astorga recuperó ayer protagonismo con la decisión de la compañía eléctrica de retirar los enganches ilegales existentes en un centro de transformación de la zona. El problema es complejo. La energética tomó medidas por temor a que se desencadenase un suceso grave y para acabar con los déficits de suministro que se ocasionan a los usuarios legales. Pero también hay un problema social grave con este asentamiento que se prolonga en el tiempo y para el que no se ha dado nunca una respuesta adecuada. El último momento de crisis, surgido durante el covid hace tres años, llevó al Ayuntamiento a anunciar un plan de integración social de estos vecinos, con ayuda de la Diputación, que nunca llegó a concretarse. Ayer surgieron voces recordando que fue el actual alcalde el que llevó a esas personas hacia ese asentamiento sin aportar más soluciones.