Diario de León

Creado:

Actualizado:

El Guerrero del Antifaz, tebeo que inyectaba aquel patriotismo historicista tan del franquismo (1944-1966) vistiendo de Zorro a un infanzón medieval, cristianote y cruzado matamoros de cruz desmedida al pecho, exclama a menudo ¡voto a Bríos! en sus mandoblazos contra el infiel, expresión usual en la literatura española del Siglo de Oro porque no podía decirse ¡voto a Dios! al considerarlo la Inquisición jurar en vano, pecado blasfemo (vaya, y nosotros creyendo que el tal Bríos sería algún conde o rey que pagaba al guerrero enmascarado por hacerle propaganda cada dos por tres).

Pues dice Sócrates que mañana, y sin tener que reflexionar hoy mucho o nada, votará a Bríos como quien jura solemnemente en « Lo que el viento se llevó », o sea, poniendo a Dios por testigo de que no volverá a pasar más hambre de verdades ni desengaños de mentiras, esto es, que no votará a nadie y que su sobre irá vacío, blanca es su fe y legítimo su derecho constitucional a pasar palabra, lamentando a su vez que nunca haya querido abordarse, salvo en algún caso excepcional de empate que pide moneda al aire, la vieja aspiración de Montesquieu: que los cargos públicos deberían echarse a suertes entre los candidatos y que jamás los elegidos podrían repetirse en el cargo más de un mandato, pues el político de oficio tiende a incubar el maleficio del patricio tentado por el artificio, el beneficio, el vicio y el fornicio, como bien nos lo recuerdan los monarcas en su solsticio, los roldanes en gayumbos, el tito Berni sin ellos o los negreiras con silbato... ¡paísss!, suspiró.

Que hable Rajoy: Es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde . Más claro, el agua; menos oscuro, el pastel de chocolate. Porque en realidad al alcalde sólo lo eligen los concejales; el votante es ahí sólo mirón de acera dispuesto muchas veces al chasco o a la furia porque no siempre es regidor quien sacó más votos en las urnas, sino el que trabó mejores apaños entre bambalinas de pactos y contradioses. ¿Cuántos de estos veremos de nuevo?...

tracking