UPL se va a quedar sin catar el diputado

El mapa tan socialista que ha quedado en la provincia de León, con respecto a la inmensa mayoría de los territorios de España, debería invitar a la reflexión a los partidos que sobre el papel serían sus rivales en opciones reales de gobernar: PP y UPL.

Resulta llamativa la deriva de esta provincia en contraposición a la nacional, cuando se apagan los ecos del cara a cara que parece decisivo para consolidar la victoria de Feijóo sobre Sánchez, y con una distancia suficiente para llegar a La Moncloa, a pesar de la artimaña de la fecha electoral que eligieron unos pocos, entre los que dicen que estaba Zapatero.

Tiene más mérito, si cabe, la hazaña del orensano al contemplar las mesnadas que le acompañan detrás en algunos lugares como León, en su cruzada contra lo que han conseguido bautizar como el sanchismo. En incontables territorios del país, y como siempre de manera especial en León, las guerras fratricidas son la pauta dominante en cada capítulo. Quizá el resultado del 28-M —con victoria socialista a nivel provincial y que se hace además con plazas como León, Villaquilambre, el Consejo del Bierzo o quizá incluso la Diputación— pudo ser distinto si no hubiese llegado la eterna repetición del guion cainita. Entre unos y otros, parecen empeñados en que el votante del PP eche de menos a Isabel Carrasco y su capacidad para acallar a tanto grillo que antepone sus intereses a los del partido.

Todos los pronósticos a nivel global aventuran un 23-J de renacimiento del bipartidismo, con mayor apoyo al PP. Pero se puede generar la paradoja de que sea el PSOE la fuerza más votada en León. A ese ‘fin’ también se han puesto a colaborar los leonesistas. Su falta de no se sabe muy bien qué —o quizá sí— ha reanimado y mucho el socialismo leonés. Con José Antonio Diez reteniendo la Alcaldía, el mejor escaparate para impulsar el partido. En UPL, que se enredó con lo de catar y acabó sin tocar poder, podrían avanzar hacia el enésimo declive, al desanimar a otra generación que había creído que en León era factible una formación localista. Curiosamente, favorecería que PSOE y PP salgan airosos con dos diputados cada uno. Y dejando la Diputación como trágala, en la que hagan lo que hagan darán la sensación de nuevo fracaso. Su única salvación para llegar al Congreso podría estar en recoger el voto huidizo de los populares que no quieren a sus actuales dirigentes...