Diario de León

Creado:

Actualizado:

Confinada la democracia en los intestinos de los grupos privados de whatsapp , al PP leonés acaba de asaltarle un motín de vida orgánica cuando ya descorchaba el champán para festejar que Feijóo había emprendido el camino de Os Peares a La Moncloa, Maristas Champagnat de León mediante. El partido, nunca tan partido pero en la acepción que se ajusta al participio del verbo partir, sufrió cómo se echaban al monte los alcaldes y concejales para reventar las costuras del despotismo con el que el aparato quería imponer la lista de los diputados provinciales. «Sólo existen dos opciones: votar lo anteriormente indicado y aprobado por el partido o no votar. Cualquier otra opción se entiende enmarcada fuera del Partido Popular», les dictó en el chat interno el vicesecretario de Organización autonómico, Héctor Palencia, de quien los ediles encontraron como referencia más cercana, al buscar su nombre en Google, la cara del doctor House. Por si quedaba alguna duda, el mensaje cariñoso dejaba una apostilla digna de un guionista de Los Soprano: «Si alguno de vosotros se siente coaccionado o intimidado, tenéis mi teléfono de contacto para contactar en privado y ayudaros a resolver cualquier situación».

Los concejales electos populares le hicieron caso: no se sintieron intimidados y avalaron por mayoría aplastante a la lista del sector rebelde, liderado por el alcalde de Almanza, Javier Santiago Vélez. No se vieron coaccionados los alcaldes ni siquiera por las llamadinas que recordaba que las inversiones autonómicas podían quedar paradas, ni por los esfuerzos de la dirección provincial por ir hasta su casa a buscarles, después de poner el nombre del pueblo en el GPS para que les guiara. Aunque la capitulación, con tan sólo 69 avales logrados de 235 totales, la reinterpretó la presidenta provincial de los populares, Ester Muñoz, como una muestra de unidad, sin mencionar que en su contra, mientras le explotaba al lado el enésimo sainete de Margarita Torre en el Ayuntamiento de la capital. No hay partido en León. La debacle del aparato ha quitado el miedo de los críticos para asaltar el partido judicial del Bierzo desde la puerta de La Cabrera, a cuyos portavoces hace una semana les daban el pésame por adelantado porque iban a sufrir como castigo su muerte política y ahora les temen. Este PP no hay grupo de whastapp que lo aguante. Escribiendo...

tracking