Diario de León

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Al final hubo acuerdo. Las negociaciones sobre el plan antitabaco han generado tanto ruido en clave electoralista y partidista que escandalizaba a la comunidad científica. Ahora queda su desarrollo legislativo. El tabaco mata. Y mata no sólo al que fuma, en su libertad de consumo, sino a los que pasivamente se exponen al humo pese a su decisión de alejarse, con gran esfuerzo, de ese hábito. 

  Dejar la adicción al tabaco no es fácil y de la misma manera que algunos invocan a la libertad personal para fumar, otros están en el mismo derecho de que si están sentados tranquilamente en una terraza no tengan que respirar el humo del tabaco ajeno. Parece que la decisión del Ministerio de Sanidad de retirar del borrador la prohibición de fumar en espacios privados ha influido en la decisión de acuerdo. Ya no se va a prohibir fumar en el coche, por ejemplo. Hace pocos meses me pararon los agentes de tráfico en la carretera, cubierta de nieve y hielo. Acababa de coger el coche y llevaba puestos los guantes, excepto en la mano derecha, para no entorpecer el cambio de machas. Al bajar la ventanilla del coche el agente me preguntó si podía conducir bien con el guante puesto en la mano. La Dirección General de Tráfico nos puede multar por conducir con abrigo, guantes o botas de montaña o chanclas.     Aunque no está prohibido, puede ser motivo de sanción si el agente considera que entorpece la libertad de movimientos para conducir. Según esta misma lógica, el gesto de llevarse el cigarro a la boca, apoyarlo en el cenicero y el humo en los ojos mientras se conduce podría provocar ese mismo efecto. Y, por descontado, sobre la salud de personas enfermas, menores o embarazadas que viajen en el vehículo. Apelar al sentido común ya se sabe que en muchas ocasiones es confiar en el menos común de los sentidos. ¿Por qué me tienen que prohibir fumar en mi coche? Los detractores de la medida invocan a su libertad personal. La respuesta no es fácil. A la memoria me viene ahora el argumento utilizado por el ex presidente del Gobierno José María Aznar, burlándose de las campañas de la DGT en 2007 cuando pidió que «le dejaran beber tranquilo». José María Aznar se mostró «a favor» del consumo moderado de vino y «la libertad» individual: «No puede ir a más de tanta velocidad, no puede comer hamburguesas de tanto y además se le prohíbe beber vino; déjeme que decida por mi, que en eso consiste la libertad», declaró. Los argumentos no han cambiado.

Ahora toca materializar el plan en leyes. «No podemos pasar por alto que el uso habitual del tabaco está directamente vinculado con el cáncer de pulmón y contribuye a más de 15 tipos de cáncer, representando una de las causas evitables más significativas de estas enfermedades», alertan desde la Asociación Contra el Cáncer. Esperamos que el humo no ciegue los ojos, como en la canción de The Platters.

Las consecuenciasEl uso habitual del tabaco está vinculado con el cáncer de pulmón y 15 tipos de tumores

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