EDITORIAL | Las minas no pueden generar riesgos

Lo ocurrido estos días en La Robla, con el río negro que invadió las calles, pone de manifiesto el riesgo que presentan en éste y en múltiples sentidos las antiguas explotaciones mineras. En varias ocasiones se ha denunciado el conflicto que genera la existencia de chimeneas o de bocaminas mal cerradas, que suponen un peligro para las personas que pasean por los montes y especialmente para que niños o adolescentes accedan sin ser conocedores de los peligros que entrañan. La gran abundancia de lluvias y el deshielo derivaron en una situación que en cierto modo no era previsible con tanta gravedad. Pero lo cierto es que hay un buen número de viejas minas, de restos de edificios o de escombreras a las que es importante que se preste atención para prevenir riesgos. Ahora se construirá un muro como prevención en La Robla. Pero se precisa vigilancia porque el paso del tiempo sin duda agravará los conflictos.