Están todos invitados a Villademor
Cansada de abrir el periódico y encontrarme con la opinión acerca de Villademor de la Vega de algunos de sus lectores, siempre legítima como lo es la libertad de expresión, me dispongo hoy a hacer todo lo contrario a lo que se ha hecho en días anteriores: yo les invito a Villademor de la Vega, mi pueblo. Pueblo del que tengo muchas cosas buenas que destacar, como la Iglesia Parroquial de San Pedro, sus dos ermitas, la popular Mona, sus pasos de Semana Santa… Pero hoy quiero hablar de otro tipo de patrimonio: el buen ambiente que tienen sus fiestas, a las que no sólo acude la juventud del mismo pueblo, sino que también la de otros muchos que están dispuestos a disfrutar de una verbena con sus amigos de la villa. Los días de fiesta de un pueblo son la ocasión perfecta para la reunión de familias, amigos, hijos del pueblo que no pueden estar durante el resto del año la mejor escusa para disfrutar de tu pueblo y de tu gente. Eso son las fiestas de La Piedad, las de San Antonio y las de El Señor. Porque vándalos hay muchos, no lo discuto, en Villademor y en todos los sitios. Que una persona realice actos que atenten contra la propiedad privada no tachan a un pueblo entero. En mi modesta opinión, lo que sí desfavorece la imagen de un pueblo es que se le diga a la gente que no lo visite, o que su juventud es una manada de cabestros. Lo que le digo: vándalos hay muchos, y de diferentes tipos. Si quiere seguridad en la puerta de su casa, contrate un agente privado, mientras tanto, el pueblo se divierte. No quiero terminar estas líneas sin destacar también de la juventud de Villademor, a la que afortunadamente yo pertenezco y de la que me siento muy orgullosa. No puedo estar allí todos los días pero cuando estoy admiro la disposición de todos para pasar un buen rato como se acostumbra a hacer en las preciosas bodegas de la villa. También su alegría, siempre dispuestos a transformar la hora del café en un día de fiesta. Si les invitan a Villademor, no lo duden: acudan. Mª Teresa Giganto del Castillo, Villademor de la Vega