DESCUBRIENDO LA SEMANA SANTA

Descubriendo la Semana Santa en Sevilla No lo entendía, no podía entender como a tanta gente le apasiona la Semana Grande, la Semana Santa. Para mí siempre había sido momento de vacaciones y de escapadas a la playa si hacía buen tiempo, un buen libro y paseos por la arena, tranquilidad y silencio. Por educación y cultura, la Semana cofrade escapaba a mi comprensión, y no me había dado nunca, aún estando tan cerca de mí, la curiosidad de conocerla. Semana de momentos, rincones, imágenes, olores, música y sentimientos encontrados de pasiones, que con mi escepticismo natural me han hecho despertar y a la vez sorprenderme. En un marco incomparable y sin igual, me he dejado enamorar estos días, por sus calles y sus gentes y no hablo de otro lugar, que nada más y nada menos, que de Sevilla. Madrugada, ir y venir de gentes por tus calles, buscando el momento esperado, el marco ideal, un reflejo en la pared, un rincón de la ciudad, que se presta como magnifica estampa para una noche sin igual... ya asoman los ciriales, ¡ya viene¡, ¡ya está aquí¡, es un rumor que de boca en boca va, callando a todo el mundo, silencio en la madrugá y aparece majestuoso y humilde con su cruz sobre los hombros y parece que se mueve, parece que anda solo, rompe una saeta el silencio y un escalofrío recorre mis hombros… Semana Santa en Sevilla, qué bonita pieza musical, sus acordes consiguieron erizarme el vello, y los ojos de la virgen del Dulce Nombre me han embrujado, la mirada de nuestro señor el Gran Poder me fue difícil de sostener cuando besé su mano. Cuánto arte han visto mis ojos en esas canastillas talladas y palios primorosamente bordados, La Señora de Sevilla, y el Silencio en esa madrugada… Sí señores, lo confieso, no me ha dejado indiferente la Semana Santa sevillana, me ha ido cautivando y creo que ya me tiene ganada. Naturalmente nada de esto hubiera sido posible sin un adalid, experto y enamorado de la semana grande, que a base de años de fervor y vivencias, atesora conocimientos acumulados de toda índole, relacionados con momentos y lugares de excepción, todo un lujo y suerte para mi. Aprovecho estas líneas para expresarles mi agradecimiento a él y su familia, por haber conseguido despertar en mí, una admiración hasta ahora desconocida e impensable. Gracias Maestro. Asun Jiménez Colón.