Réplica al Sr. David Gómez

Esta claro que hay opiniones para todos los gustos, pero no cabe duda de que efectivamente si algo hace el comentario del Sr. David Gómez es confirmar la opinión del escrito contra el que se opone, queda muy claro que los medios de comunicación tienen engañados a la opinión pública, cuando parece ser que la culpa de todo la tienen los funcionarios, independientemente del puesto que ocupen sean cargos políticos, sindicalistas o no lo sean, verdaderos responsables al representarnos. Esta claro que la situación que comenta en su escrito no es para nada justa y desde luego si cree que después de diez años en suficiente cobrar 1.000 euros no estoy de acuerdo, teniendo muy claro que en la empresa privada el pedir un aumento puede suponer hasta un despido estando tan desprotegidos, pero eso no quiere decir que nuestra situación sea tampoco justa, ni favorable. Quizás contra quien debería remitir su enfado más que justificado es contra su jefe directo que es quien probablemente le fije el sueldo mayor o menor, la cuantía de los salarios de un funcionario están fijados en los presupuestos sueldos muy bajos, aunque en el día de hoy sean puestos deseables por su supuesta seguridad, pero también es cierto que cada uno dirige su tiempo y esfuerzo como quiere para conseguir una seguridad y calidad de vida en el presente y en el futuro se acierte o no. Por ello comparto y me uno a su queja en cuanto a la mala situación en la empresa privada, pero por otra parte estoy totalmente de acuerdo con el escrito contra el que se dirige, pues hay que conocer el funcionamiento interno de una empresa en este caso la Administración Pública para entender lo expuesto. Usted no es un imbécil como encabeza su opinión aunque sea irónica por supuesto, es un trabajador más que sufre las consecuencias de la mala gestión por parte de quienes nos representan. Mi apoyo a todos los que formamos parte de los trabajadores con sueldos irrisorios funcionarios o no funcionarios, y mi crítica para aquéllos políticos y sindicalistas que no actúan como deben y utilizan su cargo para enriquecerse o mejorar su situación y la de los de su alrededor. Creo que los verdaderos responsables de esta crisis y de la situación actual estarán riéndose a carcajadas, siempre y cuando funcionarios y no funcionarios nos estemos tirando los trastos a la cabeza, y desviando la atención de los culpables. Al final como siempre pagamos el pato todos los trabajadores.