Diario de León
Publicado por
JOSÉ MARÍA BABOT VIZCAÍNO
León

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No hay mejor sordo que el que no quiere oír. Casi todos los españoles pedimos, ora su dimisión, ora convocatoria de elecciones, ora moción de confianza, pero don Erre que Erre, ni caso. Oye pero no asimila. Está tan obcecado, tan obsesionado de que él es el mejor, el salvador de España, y que nos sacará del atolladero del que no nos ha sabido, ni sabrá, sacar, que no ve más allá de sus propias narices, y su ego no le deja pensar que puede haber otro español, pero español de verdad, no independentista ni nacionalista o cosa por el estilo, que pueda resolver lo que ha hecho mal, tan mal, el recalcitrante Rodríguez. Eso sí, hay que reconocerle los récords obtenidos por él y su nefasto gabinete en: no tenemos dinero para vivir sin extremas apreturas en no tener el máximo empleo, como prometió muchas veces en no haber mantenido los salarios de los funcionarios en no tener la seguridad del mantenimiento de las jubilaciones en no tener una carestía de vida normal en no tener una seguridad ciudadana en no tener... no tener... casi nada. Estos, y otros, han sido sus nefastos logros. De pena. Ahora sí, la subida de impuestos que mejoran lo social y que lo social no lo iba NUNCA a tocar, el irnos metiendo con calzador, su juguete: el coche eléctrico, el no cambiar a sus ministros, que, en su ignorancia supina cuando los eligió, creyó que cualquiera sirve para ello, y ya se ven sus actuaciones: la bombilla, el aborto, el faisán, etc etc. En esas cosas, Rodríguez, es líder. Algo tendría que tener, digo yo, y no es bueno precisamente lo que inclina la balanza a su favor. Tal como van las cosas, entre Garzón, con el fallecimiento del Generalísimo Franco, y Rodríguez con sus ideas, si no se les paran los pies,veremos, emulando al Gorila Rojo, como se le suele llamar, cómo abrirán las tumbas de los dirigentes izquierdistas de antaño, para asegurar si su muerte fue natural, o si fue asesinato. De rectificar es de sabios, y el tiempo se le agota a Rodríguez.

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