GENEROSIDAD SOCIAL
GENEROSIDAD SOCIAL La crisis económica está desencadenando un verdadero problema en nuestra sociedad. Cada vez son más personas que se acercan a las instituciones para solicitar algún tipo de ayuda y así paliar la dificil situación por la que atraviesan. El paro es la verdadera lacra que está azotando a la sociedad. Con él se solapan unas circustancias dificiles de superar sobre todo por un segmento de la sociedad que en mayor medida están sufriendo las consecuencias, los emigrantes. Son los ciudadanos venidos desde diferentes puntos del globo los que están sufriendo el deterioro de nuestra economía. Son personas que en muchos casos no reciben apoyo familiar por que los familiares más cercanos se encuentran en sus países de origen y por lo tanto no existe posibilidad de ese respaldo. Son los emigrantes los que en mayor medida están recibiendo ayuda de las instituciones. En Vitoria al menos el 60 del total de las ayudas son acaparadas por la emigración ya que la situación es más delicada para ellos. Esta circunstancia, aunque sea temporal, está acarreando un serio malestar entre los ciudadanos de esta sociedad. Los responsables de repartir las ayudas, es decir los políticos que nos dirigen, no están percibiendo este mal como un posible y serio problema de convivencia. Los ciudadanos autóctonos no entienden que cumpliendo los mismos requisitos, a nivel individual para acceder a las prestaciones sociales se les rechazan frente a otros ciudadanos de diferente nacionalidad. Entiendo que no es políticamente correcto hablar en estos términos, pero desgraciadamente es lo que ocurre. Ocurre y las instituciones que conocen el problema no están dispuestas a cambiar el modelo de ayudas. Siempre son acaparadas por los mismos y por lo tanto es un notable y gran defecto de la sociedad. Creo que quien más lo necesite debe ser atendido, pero con unos determinados límites que no se dan. Todos aquellos que perciben ayudas deberían tener la documentación necesaria para considerarse legales. De igual manera los individuos que no son autoctonos uno de los requisitos indispensables para acceder a las prestaciones o continuar recibiéndolas es no haber tenido problemas, de cualquier tipo, con las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Una persona que acude a un lugar sea cual sea este deberá respetar las normas y leyes que allí estén establecidas. No se entiende que ciudadanos que hayan delinquido las instituciones les facilite una asignación económica en detrimento de otras que respetan las leyes. Todo lo descrito podría considerarase atípico, pero es la realidad de lo que en la calle se piensa y se dice. Las instituciones no pueden continuar con la vista hacia otro lado. Continuar haciéndolo es fomentar la xenofobia entre la población y por tanto se está creando un problema cuyas consecuencias pueden ser inprevisibles.