CRISIS

Crisis. Después de leer mucho sobre la famosa crisis financiera que nos agobia desde hace algún tiempo, he llegado a la conclusión de que esta crisis económica mundial no sabe nadie por qué se ha desencadenado. Hay distintas teorías, pero ninguna es segura sobre ella. Algunos expertos la achacan a los movimientos migratorios de los países del tercer mundo a los desarrollados desequilibrando así las economías de estos, otros al enorme paro por la caída de las grandes empresas inmobiliarias, otra al tremendo gasto público de multitud de países, lastrando de esta manera su economía pero la más fiable es que los bancos al tener que dar los créditos hipotecarios a tan bajos intereses, téngase en cuenta que la banca nipona ha llegado a dar créditos al cero por ciento de interés, caso insólito y percibir poco dinero, tuvieron que aumentar el número de hipotecas para conseguir más dinero, sin tener en cuenta que los clientes a quien se les concedían, no tenían la solvencia suficiente ni ofrecían las mínimas garantías para poder solventarlas. De esta manera, cuando millones y millones de clientes fueron dejando de pagar las hipotecas, los bancos se vieron cogidos y no había forma de recuperar el dinero prestado, por lo tanto, estos bancos pequeños tuvieron que acudir a otros bancos más grandes, complicando seriamente la situación económica mundial. Esta es la teoría más factible y por eso los gobiernos han tenido que inyectar dinero a la banca privada para tratar de solucionar momentáneamente esta embarazosa situación. Esta es la teoría más factible, pero en realidad la gran crisis económica a nivel mundial que estamos padeciendo, la verdad es que nadie sabe como se ha podido producir y supera a los economistas más expertos de todo el mundo. La economía no es una ciencia exacta y depende de múltiples factores que varían continuamente, por eso es tan difícil predecir lo que sucederá en cortos espacios de tiempo con el dinero. Pues si esta crisis supera a los expertos mundiales, imagínense ustedes lo que está pasando en España. Aquí me da la sensación de que no tienen ni pajolera idea de por donde van los tiros y las medidas que están tomando no se atienen para nada a la situación económica actual. Todo lo que se les ocurre a nuestros señores dirigentes es subir los impuestos una y otra vez, creyendo así que tapando agujeros con más dinero recaudado por parte de los contribuyentes están solucionando algo. El error es mayúsculo, puesto que si se suben los impuestos y encima se retienen o bajan los salarios, el poder adquisitivo del pueblo disminuye y al venir el consumo abajo, la economía del país queda bajo mínimos, que es por otra parte lo que está pasando. Yo le aconsejaría a este gobierno, que está aferrándose a la poltrona parcheando la situación, que ataque los problemas que verdaderamente acucian al país reduciendo el gasto público, por ejemplo. Un país no puede tener tantas autonomías y cada una gastando a mansalva tantísimo dinero en políticos y funcionarios, eso es una sangría económica que ningún estado y menos en estos tiempos se puede permitir. Joaquín Tomás Fortunati Cendrero