Diario de León
Publicado por
Carlos Fdez. Fdez
León

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El proceso de deterioro y descomposición del sistema comunista culminó en 1989 con la caída del muro de Berlín. La corrupción, el culto a la personalidad y la concentración de poder en los órganos dirigentes , hizo que la productividad y la economía se hundiesen y trajese como consecuencia grandes colas de hambrientos obreros, empleados y profesionales ante tiendas cerradas y vacías de artículos. Entonces ocurrió lo lógico, lo esperable y la sociedad comunista desapareció y los gobiernos cayeron. Todos nos alegramos y bailamos derribando el muro. La sociedad de libre mercado cantó su victoria. Se produce un proceso de exaltación de las ideas capitalistas y de libre mercado sin que intervengan para nada los gobiernos elegidos democráticamente. El axioma de que los mercados se regulan por si solos y no generan desequilibrios es aceptado sin más por la mayoría tras la caída del muro de Berlín En 2008 se declara una crisis financiera que rápidamente se convierte en crisis monetaria y sin tardar en crisis económica. La desmedida avaricia, prepotencia y soberbia de los que mueven los hilos globales financieros y de las grandes inversiones, unido a la falta de control en estas materias de los gobiernos elegidos democráticamente por el pueblo hasta ahora soberano, está provocando largas colas de hambrientos obreros, empleados y profesionales ante tiendas, cerradas y con las estanterías llenas a rebosar de artículos. Ante esto está ocurriendo lo ilógico, lo que nadie en su sano juicio podía prever, la sociedad capitalista y de libre mercado se afianza, se acrecienta y exige la anulación de todos los logros sociales conseguidos con mucho esfuerzo, sangre y lágrimas a lo largo de muchos años. Los gobiernos elegidos democráticamente por el pueblo hambriento ya sin el titulo de soberano, se doblegan y renuncian a regular las abusivas prácticas de los poderosos inversionistas, siendo estos los que marcan las reglas de cuando y como hundir a una Nación u otra, dependiendo únicamente de sus beneficios y ganancias. La sociedad capitalista y de libre mercado, vuelve a cantar su gran victoria. ¿Es invencible?, creo que no, su mayor enemigo es él mismo, es tan poderoso el entramado económico global y tanta su avaricia, que tensará tanto la cuerda, que se romperá y llegará el momento en que no tendrá a quien timar ni esclavizar y entonces nacerá otro Karl Marx, y otro V.I. Lenin y a continuación volveremos a empezar de nuevo, revolución, sangre, hambre y otra vez a equilibrar la balanza global, que tan gravemente se ha desequilibrado. Pero no nos preocupemos, veremos siempre los de abajo la luz encendida en las ventanas del palacio o castillo de los de arriba, los nuevos prebostes. Solamente dejará de ocurrir esto, cuando la cultura cívica, el nivel de importancia que se le dé al bien público y la conciencia de comunidad de todo el pueblo adquiera un grado aceptable, entonces quizás podamos recordar a Mijail Bakunin y tal vez se apague la luz en los castillos y palacios.

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