También yo quiero circo, señores

Panem et circenses, señores, que hasta con eso parecíamos conformarnos… Pan, mucho no, la verdad. Y circo, circo, el de los otros el que tiene como directores, artistas y público a los grandes - tantas veces mezquinos- poderes económicos y políticos. Ellos, los otros, sí que se lo pasan en grande. Tal vez la estulticia del pueblo es aún mayor que la de los que lo gobiernan puede que los días de pan y circo, pan y toros, pan y fútbol sea lo único que tengamos y no nos hayamos percatado de ello. Sin embargo, me niego a pensar que sea así. Estimo que cuando quieres divertirte -independientemente de cómo se hayan movido los mercados de si tal o cual intervención parlamentaria hará que cambien tu educación, tu futuro laboral, tu vida independientemente, en fin, de todos los ámbitos que tenemos que controlar para seguir día a día en la brecha- escoges aquello que te satisface y te hace un poco más feliz. Y es mi elección la que cuenta, aunque sé que existen reservas acerca de si he sido o no conducida a ella. Yo ya había elegido ir a pasármelo bien a la ahora bellamente dignificada Plaza Don Gutierre y, mira tú por dónde, poder puedo ir, pero no a lo que quería. Y es que de ayer para hoy ya estaba montada la tarima del escenario se ha suspendido el V Festival Celta Internacional Reinu de Llión bueno, no. Se ha "aplazado". Parece ser que para las fiestas de San Froilán algo había oído yo de que el santo, como era de Lugo y por un tiempo fue vecino de Vega de Valcarce, de la zona del Curueño y de la misma ciudad de León, estaba muy ligado a estas tradiciones de brincos y de gaitas. No se trata de que yo no pueda cambiar de planes nativas no me faltan al fin y al cabo, no tengo necesidad de la aquiescencia de nadie y me muevo con la rapidez que da ser sólo un individuo. Pero no me conformo con que otros -puede que con más ataduras que las mías porque están ahí para representarnos- vean en este espectáculo, y menos en los profesionales del mismo, algo baladí revísense aquí sus dos acepciones que pueda ser tratado a su antojo como y cuando quieran. Sí, quiero circo. Dénmelo, por favor.