CÁNCER Y VIDA

Se han presentado en Ponferrada, durante los pasados días 16, 17 y 18 de noviembre 2011, las charlas-coloquio “OTRAS FORMAS DE TRATAR EL CÁNCER: EJERCICIO, DIETA Y BUEN ÁNIMO”. A cargo de los Doctores D. Serafín de Abajo, D. José-Luís Mauriz y D. Andrés García-Palomo. Un enriquecedor temario centrado en esa temida enfermedad que es el cáncer. Sin pedantería, sin ambages, con sincera claridad y evidente responsabilidad. Mi aplauso más sincero por lo documentado, experto y a la vez entendible de sus respectivas exposiciones. Mi agradecimiento por su tenaz lucha en informar y divulgar su conocimiento a favor de la sociedad y en detrimento de la enfermedad. El mensaje ha sido claro: en un organismo globalizado, como nuestro cuerpo, todo influye en todo. Se asimila a nuestro mundo, también globalizado, diagnosticado correctamente de “cáncer del consumismo” que ha azotado inexorablemente nuestra sociedad con las consecuencias que todos conocemos y que ha alertado a todo el mundo de la clase política, económica, empresarial, etcétera… que conjuntamente, intentan poner remedios con todas las medidas a su alcance. Mucho más desapercibido para la opinión pública, existe y convivimos con ese otro cáncer, el de verdad, el auténtico, destructor de vidas humanas, fanático demoledor de nuestro tejido orgánico, al que también, unidos, podríamos hacer frente si contáramos con idénticos esfuerzos y medios. Hacer frente con la valentía, el esfuerzo, el rigor y las agallas con que dotamos aquello que consideramos justo. Se lo debemos a los que se han ido, a los que lo sufren actualmente y a los que inevitablemente lo van a padecer. El número de nuevos casos de cáncer podría pasar de 10, 9 millones de personas en el año 2002 a 16 millones en el año 2020, un incremento de casi el 50%. Se estima que en ese 2020 el cáncer podría matar a 10,3 millones de personas si no actuamos ya. Pongamos manos y corazones a trabajar. Sumemos medios económicos a favor del desafío. Añadamos investigación, tecnología y conocimiento. Sólo así, se podría evitar que únicamente el 0,50% de lo descubierto en los laboratorios, llegue 10 años más tarde vestido de tratamiento para los enfermos. No es demagogia. Es realidad. Sólo se trata de cambiar dinero utilizado para campañas electorales, formaciones políticas o sindicales, armamento para la Defensa Nacional o cualquier otro tipo de los mil y un despilfarros que todos imaginamos y trasladarlo decididamente a Inversión en Sanidad. Sólo se trata de vislumbrar el ahorro económico a largo plazo y ante todo, el ahorro en dolor humano que supondría una más correcta distribución de los Presupuestos Generales en favor de la investigación en Sanidad. Merece la pena. Todos lo sabemos. En todo caso, esta breve reflexión, sólo pretende que sirva de reconocimiento a todas esas personas que trabajan, de una u otra forma, para vencer esta dolencia. Más concretamente, a los miembros que forman parte de la AECC-Ponferrada, que desinteresadamente colaboran con tenacidad y empeño inconclusos a afrontar esa dura realidad y especialmente a Mª Ángeles, a la que tanto admiro, por haber vencido esforzadamente esta maldita enfermedad y mantener incombustible su animosidad y ganas de trabajar en favor de los demás.