¡Qué pena, Asturias!

En el agresivo mundo de las finanzas comerciales, existen estrategias demoledoras dentro de los mercados donde compiten. En este tipo de mercados llamados libres, valen casi todas las martingalas. Los hilos se mueven de tal modo que, por ejemplo, una marca de electrodomésticos o de neumáticos, para golpear a su contrincante de mercado, es capaz de dividirse (cual célula madre) creando una segunda o tercera marca; utilizando otros nombres comerciales que, nada tienen que ver con el principal. Presumen los del PP de ser grandes empresarios y emprendedores; y nada hay que reprochar a estas cualidades tan necesarias para estimular las economías de libre mercado. En Asturias, el señor Álvarez-Cascos y algún que otro barón del PP, decidieron emular la empresa con la política, y de esta manera crear una segunda marca de este partido político: Foro Asturias. En lo que se han pasado, tanto el Foro Asturias como el Partido Popular, ha sido en la tomadura de pelo realizada a los asturianos al haber urdido una estrategia, a modo de empresa multinacional, habiendo diversificado en dos partidos políticos las intenciones de solo uno. Manera esta, sibilina, para llevarse el gato al agua. Al señor Álvarez-Cascos se le ha visto el plumero al ofrecer al PP un acuerdo abierto, sin excluir darle la Presidencia del Principado de Asturias, cual acto democrático intachable. ¿Maniobras orquestadas? Probablemente, pero a modo de empresarios de alto nivel.