Realidad invisible

Todos los días nos enfrentamos a ella. Intuimos controlarla. La buscamos en las profundidades del alma, de la razón, del mar, del abismo, de la religión... Queremos invadirla, notarla, abrazarla. Pero no la vemos. Entra, y nos abandona al instante; para volver de nuevo en otro momento. Día a día se nos presenta, pero estamos ciegos. Nos hacemos millones de preguntas a lo largo de nuestra vida; quizás no sean las adecuadas. De tal manera que, una respuesta tan sencilla, capaz de contestar a esa pregunta impensada, ponga de manifiesto nuestra palpable ignorancia ante la realidad. Seguramente, los momentos cotidianos, ignorados por no ser relevantes, y rechazados por no formar parte de los grandes retos del ser humano, nos facilitarían, esas ‘lentes’ necesarias para poder ver la realidad que se nos escapa.