Sonrisas de arrabal

Desde la distancia, leo la noticia protagonista del día en la prensa berciana y no puedo hacer otra cosa que pensar en la triste vida que han debido llevar estos pobres hombres venidos a menos; aprendices de político, politicuchos que ni en ésta, ni en otra época serían dignos ni de fregar las escaleras del Ayuntamiento. Hablo de épocas atemporales en la que en las familias respetables se inculcaban valores y vergüenza, de generación en generación, y que, evidentemente, éstas personas no debieron disfrutar. Mariano Rajoy fue elegido Presidente de España por mayoría absoluta en las últimas elecciones y no se emocionó ni sonrió tanto en la foto como parecen haberlo hecho Folgueral y el potencial ministro de economía ponferradino, celebrando su victoria en las desurnas. Estos PseudoSOE bercianos e iAP minoritarios son el reflejo de de todo aquello que nunca he querido ser: un vendido, un vengador y un monigote. Riesco, te vas; haber hecho los deberes los cuatro años anteriores. Samuel, Ismael, no sois la voluntad del pueblo, solo unos miserables. Un votante.