Carta al extranjero
¿Que de qué te hablo? Te hablo de redundantes ladrones de trajes, con traje, de personajes que no leen las cartas porque sólo importa lo que abulta el sobre, de reyes que pagan cacerías y viajes con el dinero de sus pajes. Te hablo de un país que quiso y quiere ser grande, pero no le dejan que lo intente, un lugar donde siempre se dijo que uno trabajaba y diez miraban, pero lo peor es que ahora los que miran necesitan que se les asesore... así es que contratan asesores elegidos por las demostrables cualidades, de ser sus familiares. Hablo de la democracia en la que cada uno decide a quién elije, aunque casi siempre haya que elegir entre susto o muerte. Un pueblo que ve con vergüenza como se ensalza a nivel mundial su "relaxin cup". De esta manera pudimos observar con impotencia el inglés de una alcaldesa que además de llevar la botella en el apellido parecía habérsela bebido. Cómo no estar orgullosos de quien fue elegido para gobernar… siempre que no le dé por citar resaltando con énfasis, donde está el final, o que tenga que saber a quién se dirige cuando es su turno de hablar, ni en quien confía plenamente usando la técnica de patio de colegio, en la que primero soy tu amigo, pues te defiendo… si ahora te va mal, pues salgo corriendo diciendo que no estaba en ese momento, corriendo hasta que recuerdo que soy caballito blanco, y para qué correr cuando yo soy el que mando… Hemos sustituido el "País de Nunca Jamás" de Peter Pan por el país de "yo no sabía ná", y total si lo sabía que más da… Hemos cambiado el capullo de una rosa que se fue antes de reventar, por una gaviota que tiene el estómago de un buitre imposible de saciar. En este momento resulta que las esposas nunca están al corriente... ni siquiera cuando lo que un día son miles, se convierten en millones al día siguiente... La verdad, que aún no queriendo desconfiar, es una actitud que me parece muy poco "Real". ¿Que de qué te hablo?¿Pues de qué te voy a hablar? Te hablo de ese cacho de tierra entre Francia y Portugal, de ese sitio donde roban a cara descubierta, ya que cuando tienes el poder no hace falta disfraz. Aquí donde unos se preocupan demasiado por el 2020 y otros se quieren independizar. Donde a los ancianos se los pone en la puta calle por no poder pagar, donde sinvergüenzas les robaron sus ahorros engañándolos para firmar. Te hablo del sitio donde yo vivo, y para trabajar, a día de hoy me tengo que marchar.