¿Privilegiados?

¿Privilegiados? El accidente ocurrido esta semana en el Pozo Emilio del Valle en la Pola de Gordón en León ha sobrecogido a la comunidad minera, y a toda la ciudadanía, en un tiempo en que las malas noticias acucian al mundo de la mina. Es difícil expresar en palabras toda la tristeza, todo el sentimiento, la preocupación, la pena, la rabia, el cabreo que se te pone dentro, y no se me ocurre otra forma de hacerlo que diciendo lo que somos la familia minera de este país, si esa familia minera, encabezada por los “privilegiados” que algunos han dicho no hace más de un año. Lo ocurrido con estos 6 compañeros, amigos nos ha partido el alma, nos ha sumido en una tristeza tan profunda y dolorosa que aunque no sean familia nuestra lo sentimos como si lo fueran. Ha sido tal la unión habida de todas las cuencas y de todo el país, que por momentos se ha vuelto a vivir lo que vivimos el 10 de julio del año pasado en Madrid, ha sido tal el vuelco y las muestras de cariño demostradas que hace que se vuelva a ver el poderío de la familia minera de esta país. Y es triste decirlo así, pero es la verdad. Y es la verdad porque nos siguen teniendo miedo, la prueba está en que el Ministro ni se atrevió a ver a los heridos, ni fue al pozo, se acojonó, y solo se dedicó a hacerse la foto, eso si luego dejo plantada a la prensa, mira tú por donde. ¿A que fue pues a León?, ¿que esperaba un baño de masas y una palmadita en la espalda?, que fácil olvidamos, tanto él como el resto del gobierno las famosas frases que decían cuando el conflicto minero del año pasado, que si los mineros viven muy bien, cobran mucho, son unos privilegiados,…. Menos mal que algunos no olvidan y lo dicen bien alto “métanse sus condolencias por donde se empiezan los cestos”. Sentimientos fuertes, entre ellos el de la unidad, el de la amistad, el de me voy a León, tengo que estar con ellas, con ellos, pero por una o por otras circunstancias no puedes y te duele, te duele no poder darles ese abrazo en persona y llorar con ell@s, e intentas aportar desde la distancia tu granito de arena, que aunque es poco te reconforta y te hace sentir como si estuvieras allí. Entre unas y otras, entre Asturias y Aragón, en medio León, esta es la familia minera. Y estamos juntos en la batalla, en los momentos de lucha, en los momentos de relax, en los momentos duros, y hoy toca estar en los momentos duros, para eso estamos, toca estar al lado de las familias, toca recordar a Manuel, a Roberto, a José Luis, a Antonio, a Orlando, a Juan Carlos, la mina les ha rebatado la vida, ellos han sido compañeros de viaje y de lucha, y por ellos debemos seguir luchando. Hemos de exigir una investigación clara para que se averigüe lo que ha pasado y que si hay responsabilidades, éstas se paguen. De momento hoy seguiremos aquí, seguiremos luchando para que nuestras comarcas mineras sigan en pie, se lo debemos a los que dejaron la vida en la mina. Por último solo me queda decir que un fuerte abrazo para las familias de estos amigos y que los heridos se recuperen lo más rápido posible. Y a los mineros que tienen que volver al pozo, que mucho ánimo, que fuerza, que la vida continúa a pesar de todo. Orgullosos del “privilegio” que tenemos: nuestra conciencia obrera, nuestro espíritu de lucha. ALIENDA Y SIN REBLAR! M. Ángeles Manzano (Mujer del carbón de Aragón)