El sinsentido de las pintadas

Me llamo Pablo Fernández, soy Leonés y capitán de la marina mercante. Dado mi trabajo, no paso tanto tiempo en León como me gustaría, pero siempre que puedo saco algún día para venir a mi ciudad y perderme paseando por sus calles. Desde hace años, León se ve muy afectada por lo que algunos llaman arte urbano, que fue incluso impulsado por el anterior equipo de gobierno. Yo lo único que veo son paredes mancilladas, zonas degradadas por las pintadas, y autoridades que no pueden o no quieren actuar firmemente contra el problema. Por si fuera poco, en mis últimas visitas a mi ciudad, he visto que proliferan pintadas con el símbolo de la hoz y el martillo. Dadas las caractrísticas de los trazos, (hecho rápido, como con prisa) me atrevo a aventurar que son obra de un único "artista". Aparte de la propia degradación que produce una pintada en general, me asombra que en la España del S. XXI pueda haber quien sienta nostalgia por esos regímenes. En los barcos, navegan muchos tripulantes de Europa del este, y su opinión es unánime: Sólo quien no haya vivido, o sufrido más bien, un régimen comunista, puede ser comunista. Me gustaría preguntarle a nuestro artista anónimo (¿puedo llamarle marrano?) si sabe en qué dirección se producía el flujo migratorio entre las dos Alemanias cuando éstas estaban divididas, si el "telón de acero" (si es que sabe lo que era eso) era para evitar que desde la Europa occidental huyéramos en masa hacia el "paraiso del proletariado", o si piensa que los Surcoreanos quieren ir al norte... Sólo una mente muy simple, probablemente influenciada por quién sabe qué, puede apoyar a un sistema político que ha causado más muertes que ningún otro a lo largo de la historia.