10-3-1126 Alfonso (Rey en León)

10-3-1126 Alfonso (Rey en León) Francisco Iglesias Carreño* Presidente PREPAL prepalszl@gmail.com Es posible que en la actual situación la Casa Real Española no esté para conmemoraciones, máxime si no se entiende de cierta proximidad, pero aún así esta tal y tan concreta estirpe no puede olvidar que lo es en tan y cuanto provienen de la Casa Real Leonesa. A veces se olvidan situaciones que nos descolocan el entramado entre referentes tales como: los navarros (que no atiende a la trasmisión leonesa por Sancha I), borgoñeses (que no atiende a la trasmisión leonesa por Urraca I),… trastámaras o Habsburgo/ austrias y borbones, y aún más lejanos quedan los individuos del constituyente pueblo llano de cada uno de tales momentos, que indudablemente, y a la postre, son los verdaderos protagonistas. Lo que indicamos para la Casa Real Española es extensible al conjunto humano de la España Nación (esa que, por su voluntad soberana, escenifico/categorizo/constitucionalizo, y por ello dispuso jurídicamente, a todos y cada uno de los Pueblos Españoles el día 6-12-1978, sin tener que esperar a teatralizaciones del 23-F ni arreglos acomodaticios del 31-7-1981), pues “la crisis´2007” (la tan popular culpable de todo) aún nos cerca casi en derredor, y todos andamos al capeo del temporal integral (económico/ social/cultural/político/ institucional). No obstante lo ya dicho, apuntamos la fecha del 10 de marzo a tener en cuenta, ¡muy en cuenta!, por lo que ello supuso en el año 1126, y por si, de tal posición/idea/umbral podemos traer hacia el actual presente algún tipo concreto/específico/singular de plusvalía. Que un individuo de nombre Alfonso fuera proclamado Rey en la urbe de León, el 10-3-1126, a cincuenta y cuatro años de “El Cerco de Zamora”, a cuarenta y cuatro de” la presencia de leonesa en el estrecho de Gibraltar”, o también, si se prefiere, a cuarenta y uno de “la toma leonesa de Toledo”, por citar algunos asideros referenciales, no abunda más en una prolongación de la leoneseidad que tanto,¡ y tan bien!, se defendió con los recios muros de “Zamora en 1072”. Pero el Alfonso de 1126 es aún toda una amplia posibilidad, un hacer en potencia, que, en siguiendo el hecho neovisigótico, unirá todas las tierras de Hispania hasta la cima del Regnum Imperium Hispánico de la Corona Leonesa (el primer estado medieval de la península Ibérica). Ese inicio del día 10-3-1126 se pasa sobre puntillas en los relatos del proceso histórico que ahora son instrumento de utilización general, obscureciendo la acción global de tal periodo histórico que tiene que ver, ¡ y mucho!, con la formación de las identidades de los Pueblos Hispánicos, con sus interacciones y con sus hechos diferenciales (elementos que están al amparo constitucional desde 1978). Sucede que la letra de la Constitución´1978 es la que es y su literalidad, ¡por suerte!, no es otra y ahora, ¡hoy por hoy!, es la que (¡aún!) está vigente. Sucede que hubo una Constitución´1931 y muchas cosas/situaciones/contextos de ella se refrendan con la Constitución´1978, y se hacen al recto camino de aplicar “la Voluntad Soberana de la Nación Española”. Sucede que muchos se han preguntado por la bandera en 1978, por el escudo en 1978 y, en buena lógica, se tendrían que preguntar por el mapa de España en 1978 y, en nuestro criterio, que tales preguntas se realizaran al calor,¡ y en la cercanía!, de la lectura tanto del Preámbulo Constitucional como del Artículo 9-3 del propio texto constitucional (junto, claro está, al 9-1 y al 9-2). En unos momentos donde se están manejando situaciones transicionales (como el RDL 41/1977) todo se contextualiza integralmente y no,¡y nunca!, a voluntad del ego de las partes, y por ello donde, situaciones de coyunturalidad (cuya aplicación, ya dijimos en el año 2000, ha sido: un error político, un horror social y un terror económico) han quedado absoletas (tanto que se ha pedido su eliminación por la Fundación para la Transición Española 6-3-2013), es bueno que todo, ¡ y entre todos!, con la Constitución´1978 en la mano sea resuelto. La fecha de 10-3-1126 es un punto, ¡uno más!, que marca el camino de un hacer hispánico de unidad y pluralidad, por eso está en nuestra memoria histórica. *Del Instituto de Estudios Zamoranos Florian D´campo