Otra vez la desafección

La palabra de moda en esta campaña parece que es “Desafección”. Palabra estrella dónde las haya estos días en cualquier tertulia política. Poco definida y poco usada hasta esta crisis. En los medios y en los mítines se habla con mucha libertad de la desafección ciudadana por la política. Se habla con tanta alegría que parece que nadie se ha parado a mirar lo que dice la RAE como definición oficial: “Mala voluntad”. ¿Se nos está tachando a los ciudadanos de mala voluntad hacia la política? ¿O debería ser al revés? Sabemos que el lenguaje se deteriora con el uso, que el mal uso está más extendido de lo que debiera, en gran parte gracias a las redes sociales. Ya lo sabemos, pero no debemos apoyarlo desde los medios de comunicación con testimonios o declaraciones poco afortunadas en lo correcto de la forma lingüística. Las coletillas y las frases hechas se repiten mitin a mitin en forma de idea motriz. Escuchamos mil veces “poner en valor”, “herencia recibida” o “desafección política”. Son sólo unos ejemplos. Si analizásemos, sin necesidad de una lupa, los mensajes que llegan a nuestros oídos estos días nos daríamos cuenta de lo huecas que resultan las palabras porque se dicen sin meditar el verdadero significado de cada vocablo. Escuchemos a nuestro lenguaje, a nuestro idioma, nos dará mucha más información y enriquecerá cualquier discurso. Pruébenlo. nos dará mucha más información y enriquecerá cualquier discurso. Pruébenlo.