Carta al Sr. Núñez

Soy maestra, de la “pública”, aprovecho un rato de insomnio, no para rezar, como haría su monjita, sino, para reflexionar sobre lo atrevido que puede ser un ignorante, como ha demostrado serlo usted, en el campo educativo. Me alegro enormemente de los éxitos educativos conseguidos por su hija, demuestra capacidad intelectual, a buen seguro éxito y prosperidad en su vida. El día de mañana, usted tendrá unos/as nietos/as preciosos/as inteligentes y exitosos/as como su madre. O quizá ( Dios quiera no ocurra) tenga un nieto/a con TDH, entonces acuérdese del Valbuena , que aquí también lo admitimos. Lo digo por si fuera el caso de que la monjita que cuenta los fideos, no supiera qué hacer con él/ella y le diera por ponerle/la a contar fideos, pongo por caso… La Administración, no es tan incompetente como parece, no nos encarga a los profesionales de la enseñanza pública contar fideos, a eso se dedican empresas competentes (y también incompetentes, por lo visto), sanidad o empresas de análisis biológicos. Mi director, ¡que sí vio la sopa¡, dice que era de lágrimas (tiene guasa), no de fideos, también conoce la cantidad, peso, talla y envergadura de los gusanos. Con todo elaboró un informe que envió a la Administración. Le aseguro que normalmente no se dedica a estas funciones, son muchas otras, principalmente educativas y las cumple. Esperemos que no tenga que verse en ese trance nunca más. ¡Ah!, Las Carmelitas, lejos de agradecer su mención, deberían ofenderse al descubrir que usted, Sr. Núñez, piensa que el progreso de su hija se fundamenta, principalmente, en el éxito de la monjita vigilando el fideo. En ese centro también habrá profesionales educativos que no controlan el fideo, pienso yo. Por cierto, ¿su hija toca el piano o desperdició las enseñanzas de la pianista Margarita Morais? He presidido tribunales de oposiciones para el acceso de maestros a la función pública y algunos opositores han pasado a ser funcionarios, le aseguro que nunca he leído un examen de oposición tan incoherente como su contraportada (para sopa la suya, no se sabe si de pescado, Juliana o a las finas hierbas). No sé quien le habrá seleccionado a usted. Cualquiera de los que se seleccionaron en los tribunales de oposición podría escribir algo con mayor calidad, y la verdad, estarán ahora mismo cobrando mucho menos… A lo mejor alguno se lo piensa y cambia de gremio. Una maestra de la pública.