Carta abierta a la junta directiva del CB Ademar León

Estimados señores. Leo con estupor las declaraciones del técnico del primer equipo, D. Daniel Gordo Ríos, recogidas en medios digitales, en las que tras eliminar al vicecolista de la liga Suiza en 2ª ronda de la copa EHF, y tras empatar en casa frente al colista de la liga ASOBAL, manifiesta literalmente: “no hay entrenador mejor que yo para el Ademar”, “tengo claro que mi trabajo no lo puedo hacer mejor”, “mi sueldo lo tengo ganado”, y “siento el respaldo del vestuario” (nótese la omisión tal vez intencionada hacia los demás estamentos del club), entre otras subjetividades pretenciosas y absurdas por igual. Convendrán conmigo en que una Junta Directiva no puede quedarse quieta y callada, consintiendo con su silencio, ante tal sarta de delirios rayanos con la alteración patológica de la percepción, vulgarmente conocida como locura. El entrenador del primer equipo es, tras Vds, el primer espada del club, el espejo en el que deben mirarse los jugadores, los técnicos de categorías inferiores, sus pupilos, y en definitiva, los jóvenes que ponemos en sus manos cada día para que colabore en su formación. Dado lo serio del caso, no se puede permitir de manera alguna que una escuela de valores tales como la humildad, el sacrificio, la modestia, el afán de superación, etc, como es y debe seguir siendo el CB Ademar, sea torpedeada desde dentro por la altisonancia arrogante de un pobre hombre que tire por tierra lo que tantos edificaron con tan poco. Les ruego, les exijo si me lo permiten, que desautoricen públicamente (pues públicas fueron sus manifestaciones) a quien no sabe, no quiere, o no puede, estar a la mínima altura de las circunstancias. Y todo lo anterior, sin hablar de balonmano. Atentamente, Carlos Vázquez Socio nº: 987