La Junta y sus ocurrencias

Se ha publicado estos días Diario de León, la polémica creada respecto a la pretendida obligatoriedad del consumo de productos con un sello recientemente creado por parte de la Junta y dirigida a establecimientos hosteleros de las regiones de León y de Castilla. Raro es, que a quienes se les ha ocurrido tan disparatada idea, desconozcan que en nuestra provincia, afortunadamente, cuenta con una enorme variedad de productos de calidad, desde hace siglos se han ido reconociendo en toda España y fuera de ella, destacamos también, por nuestra gran cantidad de establecimientos hosteleros, muy profesionales en su mayoría, saben lo que tienen que adquirir, dependiendo de la especialidad de cada uno de ellos, son muy libres de ofrecer a sus clientes, nuestros magníficos productos y los de cualquier parte de España u otras partes del mundo, estamos en la aldea global, por si hay quien lo ignora, se lo vamos a recordar. A estas alturas en pleno Siglo XXI es inconcebible que se pretenda obligar a la población a consumir unos productos determinados porque les apetezca a unos señores que se supone tienen un puesto interino en un ente autonómico, posiblemente no se han dado cuenta que este tipo de medidas es imposible concebirlas en un estado democrático, es la antítesis de la libertad y por tanto, motivo de dimisión del responsable. El lanzamiento de la marca, no es de ahora, ha supuesto a los ciudadanos un coste económico tremendo y si no ha dado el resultado esperado, porque es un sinsentido, que desaparezca y con ello la crispación, no es bueno pretender una huída hacia delante, además de ser contraproducente, es caro y no estamos para gastos superfluos.