La verdad no contamina

Se dice que dos variables son inversamente proporcionales cuando el incremento de una implica el descenso de la otra, y la disminución de la primera conlleva un aumento de la segunda, tal como ocurre con la velocidad y el tiempo, que cuanto más rápido sea nuestro caminar menos tiempo será el empleado en hacer un recorrido, y al contrario. Y qué sucede con la proporcionalidad inversa en el ámbito político e institucional, pues que cuando la magnitud de la indecencia crece la del progreso decrece; es decir, a mayor nivel de corrupción, engaño, derroche, nepotismo y desvergüenza, menor desarrollo social y democrático. De ahí la importancia de contar con una ciudadanía concienciada y la presencia de un periodismo profesional, honesto y sin ligaduras que le impidan contar lo que pasa con fidelidad, pues la verdad no es un agente tóxico, sino un remedio eficaz contra contaminantes que dañan la salud del bienestar general desde la antigüedad.