Plan de movilidad

El gobierno socialista central intenta evitar los efectos de la crisis en el sector automovilístico, fomentando la adquisición de vehículos mediante la concesión de ayudas que logren incrementar la demanda de automóviles y evitar la quiebra del sector. Sorprendentemente, el grupo socialista del ayuntamiento de León nos anuncia una política de movilidad con el objeto de evitar la utilización y la adquisición de vehículos, para favorecer la utilización de los medios públicos de transporte. Mientras el gobierno central intenta que la industria automovilística no se desmorone, el gobierno local propone acciones que pretenden justamente lo contrario, si bien esta afirmación podría cuestionarse, ya que el traslado del rastro dominical a su nueva localización es una invitación a la ciudadanía que desee desplazarse hasta su ubicación para que adquiera vehículos, como único medio posible de transporte. Quizás el ayuntamiento, acorde con sus intenciones de disminuir el uso de vehículos, disponga de autobuses el domingo que acerquen a nuestros vecinos desde cualquier punto de la ciudad al rastro dominical. Sólo así podría ser creíble las intenciones enunciadas que se pretenden conseguir con el plan de movilidad: la disminución del parque móvil leonés. Un análisis previo de las personas que diariamente se desplazan al centro de nuestra ciudad nos indicará que son ciudadanos residentes en los barrios periféricos de la ciudad, y que trabajan en oficinas y comercios minoristas localizados en la zona céntrica. El residir en las zonas periféricas de la localidad de León o en localidades cercanas consecuencia de la no posibilidad de poder sufragar el precio de la vivienda de las zonas céntricas, y el poseer un puesto de trabajo en una empresa con sede en los barrios céntricos del término municipal, supondrá una pérdida de poder adquisitivo de estos ciudadanos gracias a las políticas de movilidad del gobierno socialista de nuestra ciudad. Si los ciudadanos que diariamente se desplazan al centro de nuestra ciudad a trabajar, residieran en la zona céntrica, evitarían el uso del vehículo. La necesidad de disponer de este medio de transporte es una necesidad, ante la falta de nativas que permiten estar en el trabajo puntualmente. El incrementar las tasas de aparcamiento no soluciona los problemas de los que están obligados a desplazarse diariamente en vehículos al centro de nuestra capital, ya que no existen nativas posibles que concilien el horario laboral con los horarios de los medios de transporte. El ayuntamiento debería conceder tarjetas de aparcamiento de residentes a aquellas personas cuya vida laboral transcurre en oficinas localizadas en el centro de nuestra capital, ya que son los verdaderos residentes, y los más perjudicados con todas estas políticas de incremento de tasas. La única solución posible al exceso de vehículos que diariamente acceden al centro de la ciudad sería la deslocalización de estas oficinas y establecimientos.