Editorial | Reivindicación de la León-Braganza: grito contra el olvido de la provincia

Como respuesta inmediata a las dudas sobre la ejecución de infraestructuras largamente demandas por la provincia y en algunos casos olvidadas en los cajones de las administraciones, la Asociación de Colegios Profesionales de León sale al paso de las últimas e inquietantes informaciones pidiendo acuerdos a las administraciones para desbloquear —también— la autovía León-Braganza. Se trata de un proyecto anhelado por la provincia que reforzaría las conexiones con norte portugués y que además vendría a ser impulsor de su pretendida condición de centro neurálgico del noroeste español, un objetivo al que para nada ayuda la propuesta de Adif, conocida estos días, de privar a León de su protagonismo en la red ferroviaria en favor de Olmedo.

La integración de Colproleón en la Asociación Autovía León-Braganza, que defiende esta conexión rápida, trae a la actualidad la reivindicación de un proyecto lastrado desde su nacimiento, en el año 2008, sin ningún avance más allá de su presencia en los titulares de los medios de comunicación y de la voluntad de unión de esos territorios —suman seis millones de habitantes y reclaman una salida al centro de Europa a través de la autopista del mar—, entrelazados también —y sobre todo— por razones emocionales.

Ese olvido es un motivo más de frustración para la sociedad leonesa, que viene a sumarse a los retrasos históricos en la ejecución de las autovías León-Valladolid y Ponferrada-Orense, la modernización de la conexión ferroviaria con Galicia a través del Bierzo y la congelación de los proyectos logísticos, mientras se multiplican las inversiones del Gobierno en otros territorios. O se estimula su desarrollo con eliminación o reducción de peajes al tiempo que se ahoga en la indiferencia el grito desesperado de la provincia.