Debut del registro hotelero en pleno puente
León disfruta de un puente de diciembre pletórico de visitantes desplazados a la provincia para deleitarse con sus múltiples atractivos, aunque para ello hayan tenido que pasar por el tercer grado del registro hotelero impuesto por el Gobierno y tan denostado por los hosteleros y las agencias de viajes. A tenor de las quejas del sector, la nueva herramienta no ha destacado precisamente por su agilidad y ha puesto en un brete a los recepcionistas con sus constantes caídas. La paciencia es la clave para afrontar la tediosidad del proceso y el mal humor que se les pone a los clientes por verse obligados a airear datos privados, aunque no sobran calificativos —incompetencia, desconocimiento, desastre... — para definir una situación difícil de explicar a los turistas.