Un Conservatorio necesario y urgente

El proyecto de nuevo Conservatorio Profesional de Música de León es probablemente el mejor ejemplo de los efectos de la crisis que se generó en la construcción al dispararse los precios de las materias primas. Fueron numerosas las obras públicas abandonadas como consecuencia de un conflicto internacional que también generó problemas muy graves a las personas que tenían en marcha obras, tanto para habilitar viviendas como naves o locales comerciales. En el caso del Conservatorio leonés las cosas se complicaron en los despachos hasta el punto de que han pasado dos años desde que quedaron bloqueadas. Caben todas las críticas y las quejas, por ese efecto dominó que debe generar la apertura de las instalaciones en La Palomera. El nuevo edificio dará un salto de calidad a la enseñanza docente de la música en la ciudad, con unas instalaciones actualizadas que sustituirán al viejo caserón de Santa Nonia, que ni siquiera es propiedad de la Junta, la administración encargada de las competencias educativas. La Diputación, promotora en su día del Conservatorio, mantiene ese centro como una especie de ‘okupa’ a la espera de que se libere el edificio que en su día también acogió la Escuela de Enfermería, para poder darle un uso relacionado con las que son sus verdaderas funciones