Cálculo empresarial para igualar derechos
El acuerdo entre los sindicatos y el Gobierno para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales, con la oposición frontal del empresariado, hace ya los primeros cálculos sobre cómo se traducirá en la práctica la mejora del derecho de los trabajadores. Unos contabilizan en cuánto tiempo libre a mayores se traducirá la medida, en función de su situación, y otros advierten del descalabro que supondrá para las empresas. De momento los cálculos evidencian las diferencias que en cuestión de horarios hay entre los distintos sectores, pero también en función de en qué provincia se desarrolle la actividad. Un informe de UGT pone sobre la mesa no sólo dónde se trabaja más tiempo aunque sea en el mismo sector, sino la diferencia de cuánto se cobra.
La medida que tramita ya el Ejecutivo, con la intención de que entre en vigor en enero del próximo año, servirá sin duda para igualar esta parte de los derechos laborales. Lo de los salarios depende, obviamente, de la economía y la rentabilidad de las empresas en cada provincia. Y ahí las diferencias son notables. El sindicato concluye que la reducción de jornada es viable, porque estas diferencias provinciales ya lo ponen de manifiesto. Pero queda mucho por aclarar sobre cómo se aplicará. No será fácil. Ningún avance en este sentido lo ha sido.