La ruina sobrevuela el cultivo del lúpulo
La comarca del Órbigo se enfrenta a una profunda crisis de su principal sector productivo, el cultivo del lúpulo, debido a las duras condiciones de contratación que la comercilizadora Hopsteiner impone a los productores, muchos de los cuales han decidido dejar en blanco la campaña al no tener asegurada la venta de la cosecha que antes sí estaba garantizada. Las estimaciones apuntan a que un 10 por ciento de las casi 550 hectáreas que se cultivan en la zona se quedarán fuera. Junto a la inseguridad de poder colocar la totalidad de la producción —hoy sólo está asegurada el 40 por ciento— los cultivadores también se enfrentan a las exigencias de la multinacional, que les obliga a arrancar el 80 por ciento de las plantas de la variedad mayoritaria en la provincia para asentar una patentada por la propia Hopsteiner que, según los agricultores, despierta serias incógnitas sobre su adaptación y rendimientos en la comarca, a lo que se suma la importante inversión que conlleva adquirir unas plantas que no tendrán rendimientos hasta al menos dentro de dos años. No hay que olvidar que el lúpulo en un sector estratégico para la comarca del Órbigo, donde es un auténtico motor económico, y donde se cultiva el 90 por ciento de la producción del país.