Barrionuevo ajusta cuentas

En el filo | josé cavero

De nuevo, un «vieja guardia» rompe el silencio para poner algunas cosas en su sitio, o para recomponer el hueco que le ha ido dejando la historia. En este caso, el ex ministro del Interior de Felipe González, José Barrionuevo, ajusta cuentas con su pasado y también con su presente. El ex ministro de Interior, que soportó la etapa más dura del terrorismo y que fue enviado a prisión por la guerra sucia contra ETA, asegura que ya está todo enterrado y que ha pasado página.

Así lo confiesa en una entrevista concedida a la revista Vanity Fair donde habla también de Felipe González, del juez Baltasar Garzón y del presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Es el lado más humano de Barrionuevo, un abuelo jubilado que vive en paz con su mujer y sus escoltas, con una vida social reducida y feliz. Pasa de puntillas por su lado más oscuro y al principio asegura que no tiene nada que decir del tema. «He pasado página, no tengo ningún cargo de conciencia. La sentencia que me condenó fue injusta», confiesa. «Yo sufrí muchas presiones para hacer cosas que me parecían indignas y en las que no caí», dice. Pese a que corre un tupido velo por la época del GAL, confiesa que en la cárcel se sintió humillado, pero que no sufrió. «He estado siempre bien, incluso en la cárcel. «Me arrepiento de muchas cosas. Pero las cosas hay que colocarlas en su tiempo, en su momento y en su lugar. Pienso: ¿con lo que sé ahora habría actuado de forma distinta en algunos casos? Por supuesto que sí. Pero con lo que sabía entonces y las circunstancias, lo hice lo mejor que pude y supe», dice Barrionuevo.

Felipe González, Zapatero, Garzón... De ellos tiene opiniones dispares. Barrionuevo confiesa que tiene poca relación con las nuevas generaciones del PSOE, a las que reprocha no escuchar a sus mayores. «Con Zapatero he hablado pocas veces, no es una relación cotidiana», dice. No todo son palabras bonitas para el presidente. Considera que Zapatero ha estado más preocupado por su imagen que por otras cosas, aunque ahora es «cuando mejor lo está haciendo» porque «no se está dejando llevar por la opinión, por lo que dice un editorial o un artículo». Con el que más relación mantiene del Gobierno es con Rubalcaba. Coloca a su gestión un «sobresaliente».

Barrionuevo cree que el partido aún tiene en cuenta la opinión del ex presidente, una persona que «a todos nos fascinaba». Su amistad con González se mantiene intacta a través de mensajes y conversaciones. Pero si González se lleva los elogios, a Garzón le tocan los reproches. «Hay jueces que tienen un interés extrajurídico, político o publicitario, o de su vanidad», dice. Considera que reabrió el caso de los GAL como una «vendetta personal». Por ello, le sorprende que «desde el PSOE se proteja y se jalee a Garzón, que hizo todo lo posible para meter a Felipe a la cárcel y que viniera Aznar». Para el ex ministro, se trata de una persona que «ha actuado al margen de la Constitución». Cabe suponer que a Barrionuevo le habrá sorprendido, por consiguiente, que el propio González saliera en defensa del «juez estrella» que, de un lado, le ayudó en la lucha contra ETA y el narcotráfico, pero también persiguió a quienes cometieron los crímenes del GAL...