Gran coalición

Los gobiernos de concentración o grandes coaliciones se justifican en las democracias parlamentarias por la necesidad de afrontar con las mejores armas situaciones adversas de carácter extraordinario. La «grosse koalition» alemana se engendró, por ejemplo, para reconstruir el país, devastado tras la guerra mundial. La situación española no es posbélica, ni siquiera de quiebra del Estado, pero sí alcanza una preocupante excepcionalidad que ha atemorizado a la opinión pública por la falta de expectativas a corto y medio plazo. Vemos, con desesperación, que en 2011 no se reducirá el desempleo ni se alcanzará un ritmo de crecimiento capaz de sacarnos del pozo a un plazo razonable. Así las cosas, con el gobierno muy desgastado y una oposición poco atractiva no parece descabellado pensar en esa gran colición.