Cálculos aproximados

El rincón | manuel alcántara

No me refiero al de los muertos políticos, que esos me traen sin cuidado, ya que sus congéneres supervivientes se encargarán de darles indigna sepultura. Aludo a las m ujeres que piensan matar sus maridos próximamente. El cálculo se basa en la estadística, que falla a veces, pero menos que una escopeta de feria, incluida la feria de vanidades de los sondeos de intención de voto. No van a marrar mucho quienes conjeturan que veinte mujeres serán asesinadas a no largo plazo. El pronóstico se basa en que hay veinte hombres que lo planean.

En lo que va de año han sido asesinadas 52 y hay más de 30.000 con protección policial para que no las ataquen su ex, al grito de «¡mía o de la tumba fría!» Parece que las pulseras de control no detienen a los incontrolados. Ya se sabe que contra las vocaciones fuertes no hay nada que hacer. ¿Por qué se habla de esta tragedia menos que del pasado sainete de la huelga general o de las llamadas primarias de Madrid? Nos van a dar una buena tabarra. Unos contándonos por qué han ganado Gómez y otros explicando por qué ha pedido Jiménez. Hay mucha gente que cree no sólo que la política es un asunto fundamental, en lo que lleva toda la razón, sino que es el único asunto.

Hay muchas piedras que están dirigidas contra Zapatero, pero hay que dedicar más atención a las lapidaciones de las adúlteras, como la de esa pobre Sakined Ashtiani. El apedreamiento no se menciona en el Corán, aunque sea el marido quien tire la primera piedra. La sociedad islámica repudia la infidelidad y cualquier relación fuera del matrimonio heterosexual. También Occidente, ya que si aquí usáramos ese bárbaro procedimiento no quedaría piedra sobre piedra porque habría que derruir menos edificios. Nos conformamos con matarlas. En España la cifra es aterradora, pero hemos acabado por acostumbrarnos y nad ie pone oído al número.